GaleArt. Arte, perseverancia y pasión.


Alejandra y Gaba

Aún conservo fresca en mi memoria la imagen, cuando mi única hija, Alejandra, llegaba de su viaje a Caracas, donde asistió con su amiga, hoy su comadre y socia Gaba, a una exposición de “pedacitos de vidrios pintados de variados colores, que los transformaban en piezas de arte decorativo y utilitario como espejos, floreros, jarrones y muchas otras cosas…, a ese arte le llaman vitromosaicos”, palabras emocionadas de Alejandra.  Pensé en ese momento que se trataba de otro de sus “emprendimientos” a los que me tenía acostumbrada, ya había hecho tajes de baño, bolsos decorados, tortas etc… sin embargo, había que apoyarla, porque si de algo estaba segura es que mi hija no soportaba trabajar en relación de dependencia, como lo hice yo. Me arme de paciencia y empezaron los consejos: mira he visto un estudio del I.E.S.A, donde se señala que “de cada 10 empresas que se crean solo una está operando después de tres años y medio de fundada”, otros estudios sobre emprendimientos confirman “en promedio, en todo el mundo, 80% de los emprendimientos fracasan antes de los cinco años y 90% no llega a 10 años”.
Debido a que mi vida laborar se desarrolló en el sector financiero, aprendí teóricamente, que para comenzar un negocio se necesita, paciencia, experimentar constantemente la técnica de ensayo y error, aguante para no frustrarse, pasión y mucha perseverancia, además de estar al corriente en lo que significa invertir, no solo en dinero, sino en tiempo, casi a dedicación exclusiva, esto era lo que más me preocupaba por la edad y los intereses de las “emprendedoras”. Mis temores se diluyeron cuando me di cuenta de la firmeza y el tesón que le pusieron al negocio, las vi sacrificar fiestas o sábados y domingos de playa por estar metidas en el cuarto de un apartamento (fue donde empezó todo) picando y pintando vidrio para crear piezas decorativas. Las vi crecer en lo personal y como negociantes, mudarse del cuarto a un local con dos trabajadores luego a una casa con más trabajadores, ya tienen quien les corte el vidrio y quien se los pinta. Ellas aprendieron lo que es gerenciar y a eso se dedican. Hoy Galeart, nombre del negocio, es una firma conocida en las principales ciudades de Venezuela y en algunas del exterior. Mis felicitaciones.
T.A.F