En
días pasado estuve compartiendo con algunos amigos y algunos conocidos, después
de un rato de conversación al sentarnos en la mesa surgió el tema de los
propósitos para el nuevo año; toda la conversación estuvo tan amena e
interesante, que me motivó a escribir esta entrada. Yo personalmente hago mi
lista de propósitos cada año nuevo, muchos no llegan a feliz término y asumo
toda la responsabilidad, pues fueron en su momento mal planeados.
El
nuevo año es sinónimo de buenas voluntades. Una encuesta que leí mostraba que siete de cada diez personas,
se proponen cambiar algunos de sus hábitos durante el año nuevo, pero son pocas
las que logran mantenerse firme. La llegada del año nuevo es la gran
oportunidad para fijarse propósitos y pedir deseos. Estos propósitos en general
son para ponerle fin a algo y que sin duda son anunciados con la mayor
sinceridad del mundo, pero que rara vez se cumplen, quizás porque lo tomamos muy a la ligera, no nos preparamos con un plan
factible, en lugar de querer cambiar todo, creo que debemos ocuparnos de
propósitos que realmente podamos lograr, o tenemos un plan bien concebido o
seguramente el año próximo estaremos proponiéndonos lo mismo. Proponernos algo
es una cosa, pero cumplirlo, apegarse a ella es otra, pues, no se trata
de tus deseos, ni de tus expectativas o tus esperanzas para el nuevo año, sino
de tus objetivos personales concretos...
Cuando se trata de
propósitos de Año Nuevo, los más recurrentes se
relacionan con los temas de salud, la pérdida de peso siempre está en la
parte superior de la lista, casi todos quieren
perder algunos kilitos, las comelonas de diciembre hicieron lo suyo. “Llegar a
carnaval con esos rollitos, no van con el traje de baño, hay que hacer deporte
y a comer sano”.
Una
de las presentes acababa de tener un bebe “mi figura se distorsionó por el
embarazo difícil, con un bebé que pesaba casi cuatro kilos, pero mi esposo la
barriga la tiene como cuando yo tenía 4 meses, mucha comida chatarra y coca
cola, así que, ambos nos animamos mutuamente y nos proponemos a recuperar la
forma".
Otro se proponía
correr un maratón de 42 kilómetros, otra se conformaba con hacer la carrera de
la Divina Pastora
Ahh y cómo olvidar el
propósito de varios de dejar “esos malditos cigarros”, por supuesto los
entendidos en el tema, opinaron, teorizaron y allí quedaron esos propósitos a
ver si se cumplen…Una se proponía a “dejar de pelear con mi suegra
definitivamente”.
No faltó el que se
proponía ver menos televisión para poder leer un libro por mes y otro se
proponía a perfeccionar su inglés.
Lo divertido es que
año tras año, siempre son los mismos propósitos que surgen. Pero no se
preocupen, ¡el fenómeno es mundial!. Y
tú, ¿Tienes algún propósito para este año?
T.A.F.