Cómo hacer un buen café en greca.


Uno de mis placeres cotidianos es el tomar café, pero eso sí, bien hecho, así que cada vez que tengo oportunidad de consultarle a los expertos en la preparación de esta bebida, lo hago. La semana pasada me invitó mi amigo Alfredo Loeb, quien es un barista fanático, a tomarme un café en una cafetería, por supuesto la conversación giro sobre la preparación de un buen café utilizando  la popular greca.
¿Quién no tiene en Venezuela una greca en su casa?, es costumbre prepararse un cafecito en las mañanas y a veces varias tazas al día. Es común que, el café hecho en greca por alguien que no sea un experto o un barista, nos sepa distinto en cada ocasión, tratando de enmendar esta situación, voy a compartir con ustedes los consejos de mi amigo.
Hay que asegurarse de comprar un café para grecas. La greca solo debe lavarse con agua, jamás con jabón u otro detergente y debe estar bien seca al empezar la preparación del café, es muy importante utilizar agua mineral natural o bien filtrada, cuando coloque el agua en la greca, se recomienda calentar un poco de agua en una olla pequeña, sin dejar que hierva, esto evitará que la greca pase mucho tiempo bajo el efecto del fuego, lo cual le dará mayor vida útil, impidiera que el metal sea excesivamente afectado y a su vez evitará que el café tome sabores metálicos u oxidados, cuando el agua esté caliente viértela en la cámara inferior de la greca, es muy importante que nunca el agua exceda el nivel la válvula de seguridad. Al poner el café en el filtro, no se debe presionar y debe quedar alineado con el extremo superior del filtro. Si tiene un buen café, con colocar entre 14 y 18 gramos de café molido bastará (esto es   para dos tazas), puedes probar, a ver cómo te resulta, con 80 gramos de café por litro de agua. Coloca el filtro y cierre la cafetera muy bien y llévalo a la estufa, preferiblemente a llama intermedia, nunca muy alto ni muy bajo. Espera que salga el café, puedes hacerlo con la cafetera abierta y en ese momento cuando empieza a brotar el café, debes cerrar la tapa y bajar un poco la llama. Cuando la greca emita un sonido de burbujeo inmediatamente puedes apagar el fuego. Lo dejas reposar unos minutos y lo sirves en la taza.
Y recuerda que una buena taza de café requiere concentración, dedicación, es como me decía Alfredo “cuando tu preparas unas caraotas para que te queden bien tienes que cortar los aliños, que es una tarea fastidiosa pero necesaria para que te que te queden gustosas, bueno si quieres tomar un buen café, hay que esmerarse”
Yo diría, que solo el hecho de comenzar el día con una taza de café “maluco” puede arruinarnos el ánimo. Si hacen un café siguiendo estos consejos, cuéntenme el resultado.
T.A.F.


Emily, Charlotte y Anne


En algunas entradas del blog, me he referido a la lucha de la mujer por conquistar ciertos derechos que le eran negados: como el derecho al voto, al trabajo, a estudiar, etc, pero lo que siempre me ha parecido insólito que, por mucho tiempo, se le negó el derecho a la escritura.
Muchas mujeres que poseían el talento para la escritura, les era imposible publicar sus libros y no podían hacer otra cosa que firmar con un seudónimo masculino. En la historia de la literatura encontramos muchas mujeres que consideraban que sus obras solo serían tomadas en serio si lo firmaban bajo un seudónimo masculino. Entre ellas el que siempre me ha llamado más la atención, por muchas razones, es el caso de las hermanas Bronte.
¿Quién no ha oído hablar de novelas como “Cumbres borrascosas” o “Jane Eyre? y quien no haya leído las novelas, tal vez haya visto las películas basadas en estas obras. En esta entrada del blog, me voy a referir a las personas que escribieron estas novelas, tres mujeres, las hermanas Bronte.
En la campiña inglesa en Haworth, Yorkshire, vivía en 1820 el pastor Patrick Bronte, quien tuvo seis hijos, de los cuales cinco eran mujeres, dos de ellas murieron a muy temprana edad, quedando solo tres mujeres y un hombre, los cuales fueron educados en idiomas, pintura, literatura etc, tuvieron, además, acceso a gran variedad escritores como Platón, Tucídides, Thackeray, Byron, Sand, Dante...
Una formación muy especial para la época, las tres hermanas, crecieron plenamente integradas con el ambiente natural, conectadas con la naturaleza, y que debió de ser extraordinario para la época.
Desde bien temprana edad, la vocación de las tres hermanas se inclinó hacia las letras, la poesía y la novela eran parte de su mundo. A pesar de que trataron de trabajar como institutrices, eran incapaces de estar mucho tiempo separadas y volvían una y otra vez a su hogar. Por la necesidad de continuar juntas y poder ganarse la vida, crearon una pequeña escuela que les permitía ambos propósitos, la cual les fracasó y decidieron probar publicando sus poemas bajo los seudónimos masculinos de los hermanos Bell. Con el cual, no tuvieron buena aceptación, pero este primer intento las motivó a la publicación de sus primeras novelas: “Jane Eyre”, de Charlotte, “Cumbres borrascosas”, de Emily y “Agnes Grey”, de Anne, todas publicadas bajo seudónimo de los hermanos Bell.
Gracias a “Jane Eyre”, la fama le llega de inmediato a Charlotte, la mayor de las Bronte, pero se vió  sometida a la pérdida de su hermanas menores, ya que Emily y, unos meses después, Anne, mueren de tuberculosis.
Charlotte edita de nuevo las novelas con sus verdaderos nombres e intenta por todos los medios mantener los nombres de sus hermanas limpios, debido a lo escandalosas que resultaron sus novelas para ciertos sectores de la sociedad. Charlotte continúa escribiendo durante seis años más, pero finalmente, ella también muere.
Quizá si estas valerosas mujeres no hubieran tenido el coraje de oponer resistencia a las imposiciones sociales de la época, sus textos no hubieran llegado hasta nosotros.
Charlotte, Emily y Anne, creo que, merecen nuestro reconocimiento, por ser valientes y dejarnos tan maravillosas obras de la literatura universal.
T.A.F