Fanny.


Leyendo Twitter, me encontré que había existido una banda de rock formada exclusivamente por mujeres o sea ellas tocaban todos los instrumentos, lo cual me pareció interesante investigar   

Aunque el mundo de las bandas de música rock, durante los años 60 y 70, estaban plenamente dominado por hombres, habia algunas excepciones donde se formaron grupos exclusivamente de mujeres, tal es el caso de, “The Continental Co-ets”, “Goldie & the Gingerbreads” o “The Pleasure Seekers” y algunos otros se crearon también durante la segunda mitad de la década; el grupo Fanny, estuvo entre las pioneras, fue el tercer grupo de rock donde todos sus miembros eran del género femenino y que llegó a firmar un contrato con un gran sello discográfico.

El grupo se origina a partir de unas hermanas, de origen filipino, June y Jean Millington, cuya familia se mudó de Filipinas a Sacramento, en California, lugar en el que ellas crearon su primer grupo, compuesto solamente por chicas, grupo llamado “The Svelts”, el cual se disolvió pero al poco tiempo formsron otro llamado “Wild Honey” con el que cambiaron su área de actuación, a Los Ángeles, California, allí afligidas por lo difícil que era abrirse paso en el medio, en pleno 1969, dominado por hombres, deciden que van a romper la formación, pero  lograron llamar la atención de la secretaria del productor Richard Perry, que precisamente buscaba bandas femeninas a las que representar.

Perry, convence a Warner Bross para, que las fiche en el sello Reprise y se disponen a grabar su primer disco, cambian su nombre a Fanny.

Colocan en el teclado a Nickey Barclay, en el resto de la formación está June Millington a la guitarra, Jean Millington al bajo, Alice de Buhr a la batería y Brie Brandt a la percusión, todas ellas cantan, aunque Alice lo hizo en los últimos discos.

Richard Perry, que produjo los tres primeros discos de la banda, pensando que eran demasiadas, despide a Brie Brandt, por lo que el grupo se queda como quinteto.

“Creo que llegamos a la escena musical antes de que la sociedad pudiera valorar lo que estaba viendo y escuchando —comenta June Milington, guitarrista y cantante del grupo—. Para poner las cosas en perspectiva, cuando mi hermana Jean y yo comenzamos a tocar con guitarras eléctricas a finales del 64 con nuestro grupo, la puerta apenas se había abierto. En los medios de comunicación no había chicas que tocasen sus propios instrumentos y escribieran sus canciones. Poco después, la guerra de Vietnam, los movimientos por los derechos civiles, la lucha de las feministas o el cambio en el estilo musical de: “The Beach Boys”, The Beatles y las bandas psicodélicas, hicieron que las cosas comenzasen a cambiar. Eso nos ayudó a tener un pequeño punto de apoyo para desarrollar nuestro propio sonido. No diré que fue fácil, porque no lo fue, pero también éramos conscientes de que estábamos abriendo la puerta a otras chicas”.

T.A.F.

Katherine Johnson, la heroína de la NASA.


Esta semana pasada estuve leyendo un reportaje que realizó una periodista, sobre la importancia que tuvieron las mujeres en la “llegada del hombre a la luna”. Sobre todo, de tres mujeres, afroamericana que trabajaron en la Nasa, entre las cuales se encontraba, una brillante científica llamada Katherine Johnson.

Katherine, quien nació, en White Sulphur Springs, Virginia Occidental el 16 de agosto de 1918, cuentan que desde muy pequeña fue muy curiosa y brillante lo que le permitió sobresalir como estudiante.

A los trece años, asistía a la escuela secundaria en el campus del históricamente negro “West Virginia State College”. A los dieciocho años, se matriculó en la misma universidad, donde hizo un rápido trabajo en el plan de estudios de matemáticas de la escuela y el profesor de matemáticas WW Schieffelin Claytor fue su mentor, quien fue el tercer afroamericano en obtener un doctorado en Matemáticas. 

Cuando en 1939, Katherine, decidió ingresar a su posgrado el presidente del Estado de Virginia Occidental, el Dr. John W. Davis, seleccionó a Katherine y dos estudiantes varones como los primeros estudiantes negros en ofrecer plazas en la escuela insignia del estado, la Universidad de West Virginia. 

Katherine dejó su trabajo docente y se inscribió en el programa de matemáticas para graduados. Sin embargo, al final de la primera sesión, decidió abandonar la escuela para casarse y formar una familia con su esposo.

Ambos se mudaron a Newport News y ella comenzó a trabajar en Langley en el verano de 1953, donde la asignaron a un proyecto en la sección de “Maniobras de Carga del Vuelo de la División de Investigación”, lamentablemente, su esposo murió de cáncer en diciembre de 1956. 

En 1960, ella y el ingeniero Ted Skopinski fueron coautores de un informe que determinan las ecuaciones que describen un vuelo espacial orbital en el que se especifica la posición de aterrizaje de la nave espacial. Era la primera vez que una mujer de la División de Investigación de Vuelo recibía crédito como autora de un informe de investigación.

Ella hizo un análisis de trayectoria para la misión “Freedom 7” de Alan Shepard en mayo de 1961, el primer vuelo espacial humano de Estados Unidos. 

Katherine fue llamada a hacer el trabajo por el que sería más conocida. La complejidad del vuelo orbital había requerido la construcción de una red mundial de comunicaciones, conectando las estaciones de seguimiento de todo el mundo con las computadoras de IBM en Washington, DC, Cabo Cañaveral y Bermuda.

Se retiró en 1986, después de treinta y tres años en Langley. En 2015, a los 97 años, Katherine agregó otro logro extraordinario a su larga lista: el presidente, Barack Obama le otorgó la Medalla de la Libertad Presidencial, el más alto honor civil de los Estados Unidos.

Falleció en una casa de retiro en Newport News el 24 de febrero de 2020, a la edad de 101 años. Después de su muerte, Jim Bridenstine, administrador de la NASA, la describió como «una heroína estadounidense» y declaró que “su legado pionero nunca será olvidado”.

T.A.F.