El ramo de novia.

 


Revisando las redes sociales, lo cual hago diariamente, encontré un llamado de ayuda de una pareja, en plena pandemia, con cuarentena radical y quieren casarse, eso sí por la iglesia, hasta pensé que era una broma. “Necesito ayuda, somos católicos y nos queremos casar el día de nuestro aniversario de novios, tengo el vestido listo y ya mandé a preparar el ramo de novia, pero la fecha cae en plena Semana Santa, pero nos dicen que la iglesia católica no realiza ceremonias matrimoniales en esas fechas. ¿Sera verdad esto? ¿Alguien sabe algo sobre este tema?”

La verdad es que yo había oído algo, sobre este tema de las bodas en Semana Santa, pero no tengo suficiente información y la poca que tengo no se sí es fidedigna, así que investigando encontré que la Iglesia Católica acepta las bodas durante la cuaresma, pero durante la Semana Santa no se puede realizar el Sacramento del Matrimonio ni el Viernes Santo, ni el Sábado Santo y también es poco probable que se pueda celebrar los otros días debido a la preparación de la logística del resto de los actos religiosos, que hace la iglesia católica durante la Semana Mayor.

Bueno, pero con todo este relato, me he dado cuenta de la importancia que tiene el ramo de novia en la ceremonia de casamiento y que tiene su historia, que entre las versiones de su origen, no todas tienen que ver con el aspecto romántico que envuelve el matrimonio.

Las primeras ceremonias matrimoniales se celebraban en “presencia de los dioses” y la novia llevaba un ramo de flores, el cual, al final de la ceremonia era ofrecido a los dioses para que estos le brindaran una feliz vida y una sana descendencia a la pareja.

Se cuenta que la tradicion del ramo de novia aparece en la antigüedad, para proteger a la novia de los malos espíritus el día de la boda, la cual llevaba una especie de ramo de tomillo y ajo, entre otras especies, se trataba de ahuyentar las interferencias negativas en el inicio de la vida conyugal.

Una tradición muy similar al origen del velo, el cual servía para proteger a la novia del mal de ojo, que le podía causar la envidia de las personas que veían a la novia pasar.

Otro de los significados que tenía antiguamente el ramo de novia es que los novios se mandaran mensajes secretos que ocultaba el ramo y que sólo ellos conocían, dependiendo del tipo de flores, la ubicación de estas y la combinación de los colores.

Pero no todos los variados orígenes del ramo de novia, tienen fines románticos.

Uno de esos orígenes se une a la tradición de casarse a finales de mayo o en junio, que existió en la edad media.

En esta época, los hábitos higiénicos eran muy precarios, las personas muy poco se bañaban y no solían lavar la ropa con frecuencia. Esas imágenes que uno ve en las películas de gente abanicándose, no es para apaciguar el calor, es simplemente para quitarse el mal olor. En cuanto al baño, era casi imposible ducharse, los baños se tomaban en una enorme bañera, donde el jefe de la familia tenía el privilegio de ser el primero en usar el agua limpia. Luego sin cambiar el agua, van llegando a la bañera los demás familiares por orden de edad, separando hombres de mujeres, luego los niños y por último los bebes.

En la Edad Media, la mayoría de las bodas se realizaban en junio, comienzo del verano. Y la razón es muy simple: el primer baño del año se tomaba a finales de mayo; así que en junio, el olor de la gente todavía era tolerable. Sin embargo, como algunos olores ya comenzaban a molestar, las novias llevaban ramos de flores cerca de sus cuerpos para cubrir el hedor. De ahí, una de la explicaciones mas aceptada del origen del ramo de novia

T.A.F.


 

 

La sonrisa de Élisabeth.



No es muy difícil darse cuenta, que la mujer ha sido durante la historia de la pintura, como expresión artística, el sujeto mas representado en las pinturas, sin embargo pareciera que no han existido mujeres pintoras. Esta semana leí en un periódico digital español, la existencia de una plataforma, llamada “La Roldana”, que justamente tiene la intensión de reivindicar el papel de la mujer en la historia del arte. Fíjense que al hablar de grandes artistas de la pintura se nos viene a la cabeza decenas de nombres de hombres: del renacimiento, del barroco… y de nuestro tiempo, pero con gran esfuerzo solo se nos viene a la mente unas cuatro o cinco mujeres, pero la verdad es, que durante todas esas épocas hubo también mujeres artistas que destacaron por sus cualidades pictóricas, pero que han sido silenciadas y muchas siguen siendo al día de hoy unas grandes desconocidas.

En esta entrada quiero referirme a una de esas mujeres, que para mí dejó de ser una desconocida el año pasado cuando la descubrí, en un artículo que se refería a la sonrisa de la Mona Lisa de Da Vinci, se trata de la pintora, Élisabeth Louise Vigée-Le Brun.

Élisabeth, fue una pintora de la aristocracia francesa de finales del siglo XVII, se hizo famosa por ser la retratista favorita de la reina Maria Antonieta, de la cual hizo 35 cuadros. Nació en Paris el 16 de abril de 1775, en el seno de una familia humilde pero su padre Luis, fue un retratista, lo que le dio acceso a los artistas de la época. Desde muy temprana edad demostró tener un don para el dibujo y la pintura, de su padre recibió sus primeras lecciones de pintura y aunque no le permitieron recibir educación formal por ser mujer, se las arregló para trabajar en un taller de pintura, donde recibió algunas clases de pintura al oleo y a la vez aprovechaba para visitar las galerías mas importantes de la ciudad.

En 1783, usando las influencias de la Reina Maria Antonieta y el Rey Luis XVI, pudo reclamar uno de los cuatro asientos reservados para las mujeres en la Academia de Pintura francesa, pero no fue una artista convencional, en sus retratos, no se limitaba a reproducir modelos como se acostumbraba, sino que empezó a revelar un nuevo ideal femenino, que rompía con lo que caracterizaba al arte rococó. Élisabeth se inclinó por la sencillez que marcó los años anteriores a la Revolución francesa, cuando se extendía el ideal de la vuelta a lo natural, lo cual ella misma encarnó en su obra “Autorretrato con sombrero de paja, este cuadro donde ella se presentaba como una mujer moderna e independiente para su época, sosteniendo las herramientas de su trabajo: una paleta con colores y pinceles manchados de pintura, fue ademas un acto de afirmación de su arte.

Élisabeth le gustaba pintar sus modelos adultos con la boca entreabierta, semejando una leve sonrisa, un rasgo de naturalidad que fue muy criticado por la aristocracia. Pintó un autorretrato, pintura que acompaña esta entrada, donde luce una expresión con los labios separados, con una sonrisa recatada, acunando a su hija pequeña, en una actitud maternal irradiando intimidad. Ambas con vestidos de gasa sugiriendo una ternura con la cual ambas se identifican. Por supuesto, que las características de naturalidad del cuadro no cumplía con la reglas establecidas sobre las representaciones faciales que debían tener los cuadros de ese entonces. Sin embargo este efecto de la sonrisa recatada fue el detalle mas característico de su carrera, pues le gustaba desafiar las convenciones. Hoy sus cuadros se exponen en galerías de mas de 20 países.

Murió el 30 de marzo de 1842, Fue enterrada en Louveciennes, en un cementerio cerca de su antiguo hogar. En su lápida se lee el epitafio “ici, enfin, je repose...” (“Aquí, al fin descanso…”).

T.A.F.


 



Yogurt griego.


Estuve pensando que hace tiempo que no coloco una receta en la entrada del blog, pero por esas casualidades, este jueves pasado me llamaron dos amigas y ambas se quejaban de lo caro que se ha puesto la mayonesa, en mi caso comemos ensalada casi a diario, pero para aderezarlas he sustituido la mayonesa, por el yogurt griego y les comento que la sustituye perfectamente en la mayoría de las ensaladas. Esta conversación me motivo a colocar la receta de yogurt griego en la entrada, porque ademas de aderezo para ensaladas, se pueden hacer postres, batidos de yogurt con frutas o simplemente lo pueden mezclar con frutas picadas en un tazón. Investigando encontré sus beneficios: te aporta mas proteínas, bajo en carbohidratos, fuente de calcio, te regula la flora intestinal, rico en probióticos, fuente de vitamina B12.

Les cuento que aprendí a hacer el yogurt normal a través de mi cuñada que lo hizo durante años como fuente de ingresos y le fue muy bien, a mi me gustó tanto que copie su receta. Y a partir de ese yogurt aprendí hacer el griego, el cual considero una delicia. Si no han aprendido como hacer yogurt y además quieren transformarlo en griego hagan esta receta y verán que lo combinarán con muchas de sus comidas. Y solo son tres ingredientes.

Ingredientes:

  • 1 litro de leche
  • 1 yogurt neutro
  • 3 cucharadas de leche en polvo

Preparación:

En una olla, vaciar el litro de leche e incorporar las tres cucharadas de leche en polvo, ponerla al fuego, hacer la prueba del dedo, introduciendo el dedo meñique a la leche y contar hasta diez, si pasado ese tiempo tienes que retirar el dedo porque te quema, es que ha llegado a la temperatura ideal para retirar la olla del fuego. Agregamos un yogurt natural, revolvemos bien y vertemos esta mezcla en un envase de vidrio y necesariamente con tapa, (ver la foto de la entrada) lo envolvemos en una toalla grande y lo metemos en una bolsa de plástico a la cual le sacamos todo el aire y la amarramos bien. Lo dejamos reposar durante toda la noche, de 12 a 15 horas, en un lugar cerrado libre de corrientes de aire, por ejemplo el horno o el microondas. Pasado el tiempo, se abre el envase y ya estaría listo el yogurt normal, pero como lo que queremos es el yogurt griego, cremoso y espeso, vamos hacer lo siguiente: Colocamos un colador grande dentro de un bol o una olla, pero teniendo el cuidado que el colador no toque el fondo, colocamos un paño de algodón dentro del colador que abarque toda su superficie y vaciamos todo el yogurt adentro, agarramos las cuatro puntas del paño y la amarramos o le ponemos una liga (ver foto de la entrada) y dejamos que vaya cayendo poco a poco el suero que va soltando el yogurt, lo ponemos en la nevera unas seis horas y tendremos nuestro cremoso y delicioso yogurt griego, lo pasamos a un envase con tapa y nos puede durar hasta tres semanas en la nevera. Pero les aseguro, que es tan sabroso y tan versátil que no les va a durar ni una semana.

En otra entrada les explicaré los postres que se hacen con el suero que soltó el yogurt.

T.A.F.




 

La ciudad de las damas.

 


Sobre el 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer”, aunque en una entrada anterior me referí a este hecho, quizás haya mucho que decir aun, pero, reflexionando en torno a pensadoras, valiosas mujeres, que han irrumpido en la historia, la primera que me viene a la mente es Simone de Beauvoir, y su libro “El segundo sexo”, ahi se los dejo en P.D.F, uno de los textos fundamentales del feminismo moderno. Hace algunos años tuve la oportunidad de leerlo y se me “removió” el interés por saber quien fue Christine de Pizan, a la cual, Simone, se refería como “la primera mujer que toma su pluma en defensa de su sexo”. Con la llegada de Google, pude satisfacer esa curiosidad. El hecho al cual se refería Simone, sucedió en la Francia del siglo XV. ¡Se imaginan una feminista en ese siglo!,

Esa primera feminista de finales de la edad media, llamada Christine de Pizan, fue una escritors, que defendía ideas tan “revolucionarias” como que la inferioridad femenina en realidad no era natural, como la creencia generalizada de la época. "Si fuera habitual mandar a las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan bien como los hombres", escribía Christine de Pizan

Christine, nació en Venecia en 1364, su padre era un gran intelectual, canciller y profesor de la Universidad de Bolonia, debido a su gran prestigio fue llamado a la Corte de Carlos V de Valois, rey de Francia. Siempre apoyo la formación de su hija en contra de la opinión de la madre de Christine, que prefería instruirla en oficios del hogar. Christine llegó a dominar varios idiomas: Italiano, Latín, Francés, el escogido para escribir sus libros. Además tuvo siempre a su disposición los libros del archivo real de Carlos V, también, Christine contó en la corte con tutores privados y siempre estuvo rodeada de un ambiente culto, lleno de conocimiento.

Se casa a los 15 años, con el secretario y notario de la corte Real, llamado Étienne du Castel, quien apoya la formación de su inteligente esposa.

Su vida se ve convulsionada primero por la muerte de su padre y al poco tiempo muere su esposo como consecuencia de la peste, casi al mismo tiempo muere tambien Carlos V.

Christine, viuda a los 25 años, se ve obligada a mantener a sus tres hijos, a su madre y a una sobrina, además, fue objeto de una disputa con los herederos del esposo donde pierde parte de su patrimonio. Para poder mantener esta carga económica, decide escribir, aprovechando su gran bagaje intelectual. A pesar de las dificultades, sobre todo por su condición de mujer escritora, con su insistencia logró, publicar sus poemas, canciones y baladas lo que le permitió mantener a su familia con su trabajo de escritora profesional. Fue una literata prolífera y apoyada por muchos nobles medievales, como los duques de Borgoña, el rey Carlos VI su esposa Isabel de Baviera. Pizan dedicó su obra "Libro de las Tres Virtudes" a la francesa Margarita de Borgoña, después de su matrimonio con Luis de Valois, duque de Guyena.

Pero sin dudas su obra mas conocida es “El Libro de la Ciudad de las Damas”, por su posición positiva hacia el papel de las mujeres en la sociedad, fue publicado en el 1405.

Christine escribió sin interrupción durante muchos años. Pero la situación política cambio drásticamente. Enrique V de Inglaterra invadió Francia y Christine decidió abandonar Paris y se retiró entonces al monasterio de Poissy. Allí, en 1430, Christine, produciría su ultima obra, “Dechado sobre Juana de Arco” en la que se alaba el valor y las cualidades de la heroína que personifica a la mujer que tanto había defendido.

Christine murió ese mismo año y sus escritos quedaron en el olvido. No fue hasta el siglo XX, cuando el feminismo la reivindicó, como una de sus mujeres precursoras y salieron a la luz sus obras.

T.A.F.