El día 20 de febrero de 1778 moría en, Bolonia, Italia, Laura Bassi, quien ha sido una mujer recordada, por sus convicciones religiosas, su dedicación a los más desafortunados, a su poesía, pero, por encima de todo, por su legado científico. Fue una de las imágenes más notables de la intelectualidad de la próspera Bolonia del siglo XVIII. Hasta un cráter de Venus fue bautizado “Bassi” en su honor.
Laura María Catharina Bassi, nació en Bolonia el 29 de octubre de 1711. Su padre, natural de Módena, era un abogado de origen no noble.
Laura fue una niña prodigio que con tan solo cinco años comenzó a recibir instrucción, en su casa, de latín, francés y matemáticas. A partir de los trece años pasó a ser tutelada por el médico de la familia y erudito local Gaetano Tacconi, quien dirigió durante los siguientes siete años su formación en filosofía, metafísica, lógica e historia natural.
Pronto, fueron conocidas las sorprendentes capacidades intelectuales que poseía la niña Bassi de Bolonia.
Laura, tiene en su haber, la publicación de más de treinta trabajos, sobre variados aspectos, entre ellos: algunos sobre física newtoniana y cartesiana, siendo una de las primeras personas que expuso sobre newton en Italia.
Algunas de sus alocuciones en latín fueron publicadas en los “Comentarios del Instituto de Bolonia” y muchas de sus conferencias se han conservado en manuscritos.
Sin embargo, estas contribuciones a la ciencia y a la literatura, como ha sucedido con muchas mujeres, han sido totalmente ignoradas y no sólo no aparecen referencias suyas en las historias oficiales de la ciencia, sino que algunos historiadores afirman que sólo dio lecciones privadas en su casa, a pesar que se encuentra bien documentada su labor como docente, durante más de cuarenta años en la Universidad de Bolonia.
Durante el año 1732, cuando todavía siendo aún muy joven, hubo una serie de acontecimientos que marcarán de manera determinante su vida posterior. El 20 de marzo fue nombrada miembro de la Academia de Ciencias de Bolonia y el 17 de abril, participa en un debate público sobre filosofía, enfrentándose a cinco notables académicos de Bolonia. Debido a la gran expectación que despertó el evento, que se celebró en “El Palacio de los Senadores de Bolonia”, allí, Bassi, impresionó al público, entre los que se encontraban personajes, como, el legado papal, el cardenal Grimaldi y el cardenal Próspero Lambertini, que más tarde se convertiría en el Papa Benedicto XIV, quien la animó a continuar sus estudios y se convirtió a partir de ese momento en su mentor, proporcionándole el apoyo necesario a lo largo de su carrera.
En 1738 Bassi se casó con Giovanni Giuseppe Veratti, médico y también profesor de la universidad.
La Universidad de Bolonia le concedió un doctorado honorario, debido a sus evidentes capacidades intelectuales.
Laura Bassi es un buen ejemplo del olvido, desconsideración y de la invisibilidad sufrida por las mujeres en la historia de la ciencia.
Los logros de Laura Bassi mostraron que las mujeres podían ser educadas en matemáticas, en física y además ser exitosas y brillantes investigadoras científicas.
Ella consiguió tener una larga carrera científica en igualdad con los hombres, salvando todas las dificultades que le fueron surgiendo a lo largo de la misma, por su condición de mujer. Se casó y formó una extensa familia. Fue, por tanto, una pionera en la conciliación de la vida familiar y profesional, algo que todavía es una asignatura pendiente para muchas mujeres en la actualidad y para la que ella puede ser todo un referente.
T.A.F.