Los
venezolanos tenemos frases, refranes, palabras que se perderían en cualquier
traducción oficial y rígida. Muchas vienen de otros idiomas que fueron “venezolanizados”.
Veamos algunos de ellos y su origen:
Pana: para
referirnos a los amigos es de origen anglosajón, viene de la palabra “partner”,
compañero. Otra versión: La palabra “Pana” viene de Panadería, ya que
comúnmente ahí se reunían los muchachos y amigos de la cuadra o zona, para
conversar, socializar o joder
Musiú: Lo usamos para referirnos a un extranjero o alguien con apariencia de
forastero. Viene del vocablo francés “Monsieur” que significa “Señor”.
Chamo: Viene de “Chum” que en inglés significa amigo o camarada.
Caligüeva: Proviene de los campos petroleros del estado Zulia, los técnicos norteamericanos, se sentían agotados por el inmenso calor y exclamaban "CALID WAVE", onda cálida y los obreros criollos, comenzaron a asociar la sensación de agotamiento con el termino caligüeva
Dar la cola: Lo
utilizamos para que nos lleven a algún lugar. Se cree que viene de la guerra de
la independencia donde los soldados rasos les pedían a oficiales amigos que los
llevasen en la grupa o cola del caballo para descansar los pies en sus largas
travesías.
Jalar Bola: Se
utiliza como expresión vulgar de adular, a alguien o intentar persuadirlo de
forma zalamera.
Su origen data de las viejas cárceles venezolanas
donde los presos usaban grilletes. Aquellos con mayor poder económico tenían a
su “jalabolas” particular que los ayudaba a cargar las pesadas bolas de hierro
que tenían aferradas a sus tobillos con cadenas.
Corotos: Sinónimo popular de “cosas”, objetos genéricos. El expresidente
Antonio Guzmán Blanco, tenía una gran colección de cuadros del artista francés “Jean
Baptiste Corot”. Cada vez que tenía que cambiar de residencia les
pedía a los empleados “¡Cuidado con los Corot! Para que tuvieran precaución al
embalar y trasladar los cuadros. Luego estos empleados generalizando la palabra
a todos los objetos de la casa.
Echarse los palos: En lugar de pagarle a sus sirvientes con monedas
de plata, lo que hacían con tablillas, con el sello de la hacienda. Al comprar
licor, pedían “un palito de ron”, “un palo de miche”, etc. Al abolirse la esclavitud,
los hacendados decían “me eché los palos”.
Dejar el pelero: Significa huir rápidamente de un lugar. Se
dice que los indígenas venezolanos al seguir el rastro de una presa decían que
la misma había salido corriendo al dejar rastros de pelo en el suelo o en la
pared de su refugio. “Dejó el pelero” al sentirse amenazada.
Echarle pichón: Significa hacer un esfuerzo para lograr algo.
En los antiguos pueblos, el agua se obtenía de bombas o fuentes públicas que
había que utilizar con esfuerzo físico. Estas bombas tenían un letrero que
decía “Push on”, para indicar que había que empujar la palanca para lograr
extraer el agua. Al venezolanizarse quedó la expresión “Echarle pichón” para
señalar a alguien que tenía que sacar el agua haciendo fuerza en la palanca.
Echar un polvo: En el siglo XIX y comienzos del siglo XX se popularizó el uso del rapé,
polvo de tabaco inhalado. Como cortesía los hombres se lo ofrecían a las damas:
¿Quiere echar un polvo? Muchas veces los mismos tenían urgencia de inhalarlos
por el síndrome de abstinencia y se ausentaban de la reunión social para
hacerlo en solitario ya que era de mala educación hacerlo en público. Sin embargo,
echar un polvo: no siempre era para esto sino para tener un
encuentro sexual furtivo con una damisela.
Bajarse de la Mula: Pagar una deuda. Su origen viene de la época de la
Colonia, cuando le cobraban una deuda a una persona, que iba montado en una
mula, y ésta decía que no tenía dinero, le aceptaban la mula como pago, y tenía
que “bajarse de la mula” para poder entregarla.
Macundales: Las compañías extranjeras que extraían el petróleo venezolano
traían un conjunto de herramientas de la marca “Mack and Dale”. Cuando
terminaba la faena, los obreros venezolanos acuñaron la expresión “recojan los
macundales” para referirse a dichas herramientas de trabajo
Pelar Bolas: Proviene del hecho de que un jugador de beisbol no es capaz de realizar
atrapadas es cuestionado. Por lo que es visto como alguien de poco valor, importancia
o utilidad. En su uso actual se asocia con la carencia de valores económicos
por lo que no es tomado en cuenta.
Gozar un puyero: Pasarla muy bien. Antiguamente existían monedas de
5 céntimos llamadas “puyas” o “chivas”. Solía dárseles a los niños para que
compraran golosinas o chucherías lo cual les causaba alegría.
Mamar gallo: Se usa para denotar que a alguien se le está haciendo una
jugarreta. En las peleas de gallos se acostumbra a succionar la cabeza del
gallo para que este se vuelva desconcertado y a la hora de la lucha el mismo
huya y no enfrente al otro gallo, logrando cansar a su oponente. Una vez
recobrado el sentido de la orientación puede atacarlo con mayor oportunidad.
Dicha práctica se considera ilegal y poco honorable y ante la sospecha de su
uso se exclama: ¡Me están mamando gallo!
Echar Carro: Echar el carro es holgazanear. Está echando carro, es decir que alguien
está sin hacer nada. Me echó el carro, quiere decir me embarcó.
Echar un Camarón: En las excavaciones petroleras, los capataces
gringos de vez en cuando querían echar una siesta. Pero para no ser vistos por
los obreros venezolanos se excusaban diciendo “I come around”, Ya vuelvo.
Esta frase al venezolanizarse quedó como camarón para definir el sueñito
que se echa en medio de una jornada.
Echar los Perros: Es la actividad de “cortejar” a las damas. Viene
del término taurino de “echarle los perros” al toro para cansarlo y ayudar al
torero en su faena.
T.A.F