Cada
vez siento más como se ha ido incrementado en el mundo, la búsqueda de una vida
más espiritual, eso lo percibo en el aumento de los cursos de: pilates, yoga,
tai-chi, body balance, meditación etc., en el acrecentamiento de obras escritas y grabadas de autoayuda, en la
gran cantidad de programas televisados y radiados, sobre este tema y en todo aquello que tenga que ver con mejorar
la salud espiritual, así vemos como este hecho, ha invadido todos los rincones
de lo cotidiano, lo cual sin dudas me parece bien, da la impresión de una
sociedad más sana, física y espiritualmente, más afectiva, más cerca de la
gente.
Pero
tiene sus riesgos, uno de ellos es que, definitivamente en nuestro mundo
actual, todo se comercializa, todo tiene precio, vivimos en un vender y comprar
constante y la oportunidad de hallar la supuesta claridad espiritual
instantánea, nos lleva a confiar en la promoción de cursos, talleres,
conferencia, charlas rápidas, seminarios, libros de autoayuda, videos etc., todo
costoso y superficial, en la mayoría de los casos.
Nos hemos visto invadidos de numerosos centros que
brindan el “nirvana Instantáneo”,
mediante: cambio
en el estilo de vida, dietas sanas, grupos de ayuda, charlas de especialistas, meditación
en grupos exclusivos, sin olvidar la popularización de enseñanzas de
facilitadores, gurús, parapsicólogos y sabios; por supuesto, toda actividad de
estos “maestros” tiene un precio monetario.
Debemos
aprender a ser realista, ubicarse en el contexto que vivimos, positivos cuando
corresponde serlo, pero también negativos cuando hay que serlo, aceptar todas
nuestras etapas emocionales, alegría y tristeza, placer y molestia, diversión y
tedio, incluso en un mismo día podemos pasar por muchos instantes que nos
producen distintas emociones, impresiones y visiones de la realidad. Así que
¿Por qué no ser claros con nosotros mismos y con las personas de nuestro entorno?
Muchas personas “invierten” tiempo y dinero
en estas actividades, con el objetivo de conseguir un sentido de superioridad
frente a otros y se usa la espiritualidad, como una justificación ante el
fracaso, para no hacerse responsable de las decisiones que te condujeron a este.
¿Creen ustedes que esta actitud tiene algo de espiritual?
La tendencia de
“Sólo tienes que ser positivo” es un mecanismo utilizado por esos
mercantilistas espirituales, solo pretenden convencerte de evadir, en la medida
de lo posible, todo lo negativo. Si bien, fomentar la gratitud y lo positivo es
importante en la espiritualidad, también hay que saber que mediante lo negativo
se crece y se trasciende. Lo negativo, las crisis, la angustia y el dolor no
pueden ser ignorados; deben ser valorados en su justa dimensión y vivirlos sin
necesidad de aferrarse a ellos. ¿Qué piensan ustedes?
T.A.F