Es increíble la
variedad de aplicaciones que al descargarlas al celular nos sirven para una
gran variedad de áreas, hay miles, para el ocio, para
el entretenimiento, para las comunicaciones etc…
La semana pasada me topé con una
app, “Mirror Me”, desarrollada para la
empresa Mary Kay, la
cual te permite, utilizando la cámara, maquillarte con exactitud y ver cómo te
quedan los productos antes de comprarlos. Esto me pareció fantástico, porque el
maquillarse ha sido una tarea cotidiana de toda mujer a lo largo de la historia y como según, se ha creído siempre, ayuda a
resaltar la belleza. Las mujeres se maquillan notoriamente la cara, no se la pintan, como se cree, aunque
algunas lo hacen cuando salen a “guerrear”. Por su parte los hombres lo han hecho, históricamente, poco o nada, esto pudiera considerarse un
comportamiento netamente cultural; no obstante, hoy hay voces que mantienen, que
la importancia del maquillaje radica en que aumenta el contraste de los elementos
de la cara, los labios lucen más rojos, los ojos más delineados y grandes, las
pestañas más abundantes y negras, así como las cejas y las mejillas más
coloridas y esta diferencia produce dos efectos: disminuye la edad aparente, o
sea, hace ver la cara más joven, y hace ver la cara más femenina y distinta a la
del hombre.
El profesor
Richard Russell, ha encontrado, en sus investigaciones, que otorgamos identidad femenina o masculino, muchas veces basados en
el contraste de los rostros. Cuando apreciamos mayor contraste, tendemos a
pensar que el rostro es femenino, cuando el contraste es menor le adjudicamos
sexo masculino.
¿Que si nos
maquillamos para mantener los contrastes entre el rostro femenino y el masculino?, o
¿se utiliza para corregir defectos y mejorar la apariencia física, como un modo
de aumentar el atractivo?
En el mundo
moderno, el maquillarse, lo tomamos por normal y casi obligatorio, de modo que no me parece
importante preguntarme: ¿por qué existe en realidad el maquillaje?
Lo irrefutable
es que el maquillaje ha evolucionado según cada época y acorde a las
tendencias, utilizando: técnicas, artilugios y diferentes productos que nos
permiten modifican y cuidar nuestra imagen. Y según los psicólogos también
provoca cambios psicológicos pues, el sentirnos hermosas, y bien con nosotras
mismas nos da mayor confianza y seguridad.
La industria
del maquillaje maneja miles
de millones de dólares, con una altísima demanda en todo el mundo,
razón por la cual sus productos son unos de los más ”pirateados”,
al falsificarlos. Hoy en el
mercado existe gran variedad de cosméticos “replicas”, que ponen en peligro
nuestra salud, pueden lucir muy similares y sentirse bien cuando se utilizan,
pero pueden reaccionar de manera distinta. Y la razón es muy simple, poseen ingredientes
que no son originales y además pueden ser cantidades que llegan a ser tóxicas. Plomo,
mercurio, aluminio, cianuro, arsénico, bacterias, gasolina, pintura y
pegamento, son algunos de las sustancias detectadas al hacerles las pruebas,
por eso es importante leer bien las etiquetas y además informarse adecuadamente
al adquirirlos. ¿Y tú para que te maquillas?
T.A.F.