Acostumbro publicar las entradas del blog, los
domingos en la mañana, pero durante la semana, coloco en Facebook y en
Instagram recordatorios con el fin de motivarlos a visitarlo, para lo cual elijo obras
de arte, sobre todo pinturas de rostros de mujer, la semana pasada coloqué un
rostro de una mujer realizado por una artista polifacética, llamada Pauline
Gagnon, quien me atrajo, por su versatilidad y la técnica de dibujar, lo que es
su fuerte, los rostros, sobre todo los de mujer. Paulina Gagnon, nació en 1955
en Quebec, Canadá, donde estudió pintura, pero fue en Montreal donde se
desenvolvió como artista estudiando: Joyería, serigrafía, escultura en acero,
teatro, y vestuario. Al viajar a Europa, estudia en Italia escultura en mármol.
En cuanto a su pintura, después de pasar dos décadas,
sin un estilo definido, adoptó el retrato como el género principal de su trabajo.
Ha realizado más de cuarenta exposiciones internacionales en varios
continentes. En sus pinturas de grandes formatos de rostros, incluye signos
orientales y caligráficos, influencia de sus numerosos viajes por Asia los cuales
tuvieron efectos en su estilo artístico.
El proceso, de la artista, para la elaboración de sus
pinturas es muy específico, toma primero cientos de fotos de sus modelos, luego
trabaja en su enfoque, buscando los mejores ángulos y estructuras.
Ella explica su técnica: “No
pinto el modelo de una manera clásica,
selecciono
cientos de papeles de periódicos, revistas, cómics, pero también páginas de
cuadernos escolares, libros, cartas escritas a mano, cortadas y pegadas en un
lienzo en el que pinto una cara. Es un retrato de un personaje inventado, una versión muy
personal del tipo manga, sumotori o geisha. Esta
técnica de collage es un ejercicio paradójico en el que tienes que acumular
mucho y rechazar mucho para enfocarte en lo esencial sin perder el accesorio.
Se trata de encontrar lo que está buscando e
identificar lo que está tratando de evitar. Esto
requiere concentración y vagancia, amor por las palabras y las imágenes, porque
no hay elección, lo que es más una elección artística, nunca es completamente
inocente la transferencia en papel, lienzo o alu-dibond de mis trabajos. Pintar
el cuerpo, la cara de otro, trae más allá de la aparente simplicidad de la
acción, una serie de preguntas.
¿Qué tipo de relación se establece entre la pintora y
su modelo? ¿Qué los une entre sí? ¿Por qué el cuerpo ha sido un tema inevitable
en las artes desde el comienzo de su tiempo? ¿Por qué sigue siendo un tema tan
fascinante cualquiera que sea el medio elegido hoy?
Si la relación entre el modelo y el artista nos
enfrenta con muchas preguntas, la relación con el observador también debe definirse
de la misma manera”.
En la foto de la entrada pueden apreciar algunas de
sus muchas pinturas. ¿Qué te parece su técnica?
T.A.F.