Cumpleaños.

Llegó septiembre, mes de mi cumpleaños, de hecho es el mes donde tengo que felicitar al mayor numeros de amigos, amigas y familiares, por su aniversario, lo que removió mi curiosidad y averiguar ¿cuál sería el mes con más nacimientos?, y fíjense, resultó ser septiembre.

Nuestro cumpleaños siempre ha sido un día de reconocimiento, de recuerdos, te llaman amigos, familiares, te llegan felicitaciones “comerciales”, de los bancos, de la compañía de teléfonos y a mi edad, te llegan hasta de las farmacias, ahora con celulares y redes sociales, es fácil enterarse de los cumpleaños y enviar felicitaciones, ¿quién no tiene Facebook hoy en día?, el cual cuando cumples años, crea una historia de cumpleaños compartida en la que cada persona y sus amigos pueden agregar fotos, videos, tarjetas de cumpleaños y recuerdos a lo largo del día,  habilitando de esta manera, toda una maquinaria comisionada a recordarnos y felicitarnos por nuestro “maravilloso” envejecimiento. Como ven cumplir año, en general es un gran acontecimiento social que es casi imposible que, en estos tiempos pase desapercibido.

Sin embargo, no siempre fue asi, la celebración del cumpleaños, para muchos historiadores tiene su origen dentro de la influencia de la magia y la religión. Las costumbres, que en nuestros días conocemos, de dar regalos, hacer fiesta y encender velas, tenían la intención de resguardar al cumpleañero de los demonios y asegurar su bienestar. Se creía, en espíritus buenos y malos, y el estar en presencia de familiares y amigos de buena voluntad, protegía al homenajeado, de los peligros desconocidos que ocasionaban los malos espíritus. Esto motivó, que por mucho tiempo la iglesia católica consideró la celebración del cumpleaños como una fiesta pagana y no fue sino hasta el siglo IV d.c, cuando se empezó a celebrar la navidad como el cumpleaños de Cristo. Esto hizo que los cristianos empezaran a festejar sus propios aniversarios, no obstante, actualmente algunos cristianos como los Testigos de Jehová, mantienen la tradición de no celebrar cumpleaños por considerarlo un ritual pagano. 

En cuanto a la tradición de apagar las velas, se cita su origen en la Antigua Grecia, donde se le regalaban a Artemisa, la diosa de la Luna, dulces que representaban el ciclo lunar y sobre ellos se colocaban velas, las cuales se iban consumiendo y asi el humo se encargaba de llevar el deseo de la persona hasta la divinidad. 

En cuanto a la piñata, se cree que la trajo Marco Polo de China en el siglo XIV y llegó a Europa junto con los espaguetis.

La canción “Cumpleaños Feliz”, su origen se remonta al año 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras, escribieron un libro de canciones infantiles para cantar con sus alumnos. Un día que una de las niñas cumplía año, Patty cambio la letra de la canción, "Buenos dias a todos" que cantaba a diario con sus alumnos, pero conservo la melodía y asi nació el “Cumpleaños Feliz”.

Este año, como no puedo huir, como dice mi amiga Pallotica y con la cuarentena acuesta,  picaré la torta junto con mis nietos, después que estos me cantan el “Cumpleaños Feliz”, y por supuesto, sin preocuparme de los demonios, pues los ahuyento con el amuleto más efectivo: las cervecitas.

Ahh, Feliz Cumpleaños para todos los nacidos en septiembre.          

T.A.F.