Debido a los apagones tuve que buscar una distracción, una fácil fue la lectura, lo difícil, era conseguir los libros pero con la internet descubrí que hay muchos grupos de lectura que se intercambian libros en formato PDF, los cuales he logrado bajar en una “fire kid de Amanzon”, la cual me prestó mi nieta, ahora con lo de la cuarentena utilizo mucho mas este medio para leer. Hace algunos meses logré bajar un libro sobre Julio Verne, uno de mis escritores favoritos y mas leidos de mi juventud y creo no equivocarme, que de muchos de ustedes también. Yo deseaba que llegaran las vacaciones, para separarme un poco de el mundanal ruido y relajarme, sus libros, su lectura me transportaban, pues yo me imaginaba copartícipe de sus personajes en sus aventuras, así conocí las profundidades del mar, llegué ir a la luna, viajé en globo, hasta fui al centro de la tierra, además creo a ver visto todas las películas basadas en sus libros. Pero no leí sobre su vida, sino cuando ya era adulta “entradita” en años; su vida me impresionó por la gran cantidad de “misterios” que la rodearon. El día 8 de febrero, el lunes pasado, vi en las noticias que se celebraba en Francia, la fecha de su natalicio, lo cual me motivó a escribir esta entrada.
Verne, ante todo fue un divulgador del futuro, un visionario, se adelantó a su tiempo. Una de las curiosidades sobre Verne, sobre una de sus obras, “Paris en el siglo XX”, fue que su editor se negó a publicarla, por ser tan futurista que le dijo “que se le había ido la cabeza” y que eso no se iba a vender. La obra pasó años archivada, hasta el año 1979, cuando un heredero del editor la encontró, lo cual no podía creer lo que veía, ahí estaba “Paris del Siglo XX”, donde, Verne se imaginaba a Paris iluminada con luz eléctrica, los parisinos se desplazaban en trenes que circulaban bajo la tierra. En su novela “De la Tierra a la Luna”, la “bala” tripulada por tres personas, que fue y regresó de la luna, ameriza en un punto del Océano Pacífico, a solo 4 kilómetros donde cayó el Apolo 11 en el Océano Pacífico, tripulado por tres personas. Enfatizamos que el Océano Pacífico tiene 162 millones de Kilometros cuadrados
Muchos nos preguntaríamos ¿como Julio Verne podía visionar todas estas cosas?. Nadie lo sabe y allí entramos en el ámbito de las especulaciones, las leyendas y los misterios.
Esta es una de las facetas menos conocidas de Verne, el novelista formó parte de una sociedad secreta, las cuales existían unas cuantas en su tiempo, llamada la Niebla, este hecho origina todas las especulaciones sobre sus “visiones” sobre el futuro. Pero hay que tomar en cuenta que, también formaron parte de esta sociedad, lo mas granado de la intelectualidad de la época, como: Dumas, Gerard de Nerval, Maurice Leblanc, Maurice Barres, George Sand y el pintor Delacroix. Se sabe muy poco de esta sociedad, los estudiosos de este tema han seguido las pistas a través de los escritos de Julio Verne y no han conseguido nada concreto.
Sin embargo otros estudiosos de las “profecías” de Julio Verne, simplemente las explican a partir del hecho que la Niebla, era una sociedad secreta donde las conversaciones de los intelectuales que formaban parte de ella, no salían a la luz pública y lo mas probable que lo que allí se discutía y se lucubraba sobre el futuro, le servía a Verne para alimentar su imaginación y escribir sus novelas.
La verdad es que sus novelas siguen llenas de aventuras y misterios. ¿Y ustedes que piensan, sobre como Verne visionaba el futuro?.
T.A.F.