Margarita por siempre.

 
Mi entusiasmo por la playa, hace que mis rumbos preferidos para vacacionar, siempre estén relacionados con el mar y mi destino preferido, sin lugar a dudas, es la isla de Margarita en Venezuela, donde, a pesar que la visito desde hace muchos años, siempre me sorprende con novedades y en verdad no hay nada como desayunarse con una empanada de cazón luego buscar una playa donde tumbarse en su orilla con una cerveza bien fría en la mano, luego ya caída la tarde recorrer un centro comercial; en esta oportunidad visité  seguido el C.C La Vela, motivada por saborear unos riquísimos helados, muy de moda en la isla, en la heladería “La Paleta de Margarita”. En este viaje, el goce, como la propaganda de Master Card, no tuvo precio, pues durante diez días de mi estadía estuve acompañada por mis nietos con sus padres y mi consuegra, circunstancia que me obligó a un recorrido permanente por las inexcusables playas de siempre: playa Guacuco ideal para mis nietos, la renovada playa El agua, la refinada playa Parguito, la helada, pero bella playa Manzanillo y no podía faltar la alejada playa Caribe. El cumpleaños de Alejandra, mi hija, lo celebramos con amigos, empezando con un desayuno donde los hermanos Moya y lo rematamos en “Bella Lora” uno de los nuevos sitios de playa Parguito, donde pasamos el resto del día hasta ya caída la noche, este lugar se los recomiendo, gente muy amable, cuenta con todos los servicios, baños limpios, duchas y me “mato” el ambiente musical. No podía faltar la obligada visita a la virgen de Valle en familia, donde encontré ya listo todos los preparativos para las festividades, que se celebran el 8 de septiembre y donde todo margariteño que se encuentra fuera de la isla, viene a visitar su patrona.
Por supuesto que hay cosas que han cambiado en la isla, las playas que he visitado, todas llenas de gente, en los centros comerciales hay menos afluencia de personas y las que se encuentran están en los cafés, en los cines o en los sitios de comida, pero muy poca comprando, las cosas muy costosas, los vinos por las nubes y la vida nocturna, aunque ya a mi edad no es lo que me atrae de la isla, sigue concurrida. Al que le guste la playa, la tranquilidad y no es comprador compulsivo la Isla de Margarita sigue siendo un paraíso. Te invito a disfrutarla.   

T.A.F