“Entre propios y extraños, se ayudaban en pareja, hoy miro como se alejan, la tradición de esos días, quedan pocos todavía, que hacen su Arepa e’ vieja”. |
Hace una semana que estoy en
Margarita, para mí, el paraíso, es más creo que si los arqueólogos buscaran los
restos de Adán y Eva, seguramente los encontrarían en esta isla.
Siempre al pisar suelo
Margariteño, mi primera salida es a visitar la Virgen del Valle, patrona de
Oriente venezolano, de los pescadores y de la Armada venezolana. Bien es sabido
que que cada 8 de septiembre se
celebran sus festividades, esta vez no alcance a estar ese
día, pero como estas festividades se prolongan por varios días, pude disfrutar
algo de estas, ir al valle comer empanada y probar un dulce, llamado “Arepa e´
vieja”, porque, para los que no lo sabían, existe varias tradiciones
vinculadas a estas festividades, como es la elaboración del ancestral dulce
dedicado a la virgen, la “arepa e’ vieja”, o “barriga e’ vieja” un delicioso
postre que sólo se elabora en estas fechas específicamente en la localidad de
la Sierra, Municipio Arismendi y es el resultado de la participación del grupo
familiar, de las pocas familias cuyos miembros aún se dan cita en los hogares
paternos para la labor de hacerlo.
Creo que, los bienes inmateriales, los cuales incluyen
la parte espiritual de una sociedad, como por ejemplo el folclore, los ritos,
las tradiciones, festividades religiosas, los relatos,
la gastronomía,
las bebidas y la dulcería típica; de allí que
este dulce típico debe ser considerado un bien cultural y me ha
parecido importante, la labor de rescate de esta tradición ancestral emprendida
varios chefs de la isla
El proceso de elaboración comienza a finales de
agosto, cuando ya se tienen preparados los insumos, luego se vende en las
festividades, que comprende el período de la bajada de la virgen 1º de
septiembre, hasta que termina la octava de la fiesta, hay que resaltar que,
solo una vez al año se hace este dulce. En cuanto a su comercialización, no
existen intermediarios, ni canales de distribución, ni promoción, la producción
es ofertada por los propios artesanos en El Valle, durante las festividades.
Este dulce, es tan dificil conseguir quien lo haga, que no había
podido dar con la receta, en esta ocasión insistí e indagué hasta encontrar
varias; les transmito la que me pareció más explicativa, se las copio tal cual
la encontré, me parece complicada, espero que se atrevan a hacerla y me
cuenten.
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La yuca amarga se pela y se lava bien lavada, luego
se raya.
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El producto del rayado se le llama “catevía”, se
coloca en un saco (antiguamente en un “sebucán).
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Se prensa la “catevía” en el sebucán o en un saco
con una prensa fabricada ad hoc, para sacarle el veneno,
que estas personan llaman “Catara”
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Luego de dos días en que está seca y exprimida la
“catevía”, ese producto obtenido de la rayada, se cierne
en un manare, y colocada en una “canoa”.
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Se prepara el melao disolviendo papelón rayado en
un recipiente con agua y añadiéndole los “aliños”:
anís, nuez moscada, citronera, clavo, vainilla,
conchitas y hojas de naranja. (Este melado es diferente según la persona que lo
hace).
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La harina, es amasada en la “canoa” u otro
recipiente con el melao, y según el sabor a dársele a la arepa se le añade
poco o mucho melao, así como trocitos de coco, si se le va a dar este sabor.
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Se le da la forma triangular a las arepas de vieja.
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Se les lleva al “aripo” o “budare”, colocándolas sobre
hojas de plátano para que no se peguen a la superficie caliente.
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Ya cuando están cocidas se les saca del budare y se
colocan en “maras” u otros recipientes.
¿Se atreverán a preparar este típico dulce?
T.A.F.