Pose.


Desde que vi la serie de televisión “El asesinato de Gianni Versace”, quedé fascinada la forma que trata las películas, Ryan Murphy, bien sea como productor, guionista o director, casi siempre sus películas  se relacionan con la reciente historia de E.E.U.U. Según la crítica “lo que toca lo convierte en oro”, pero no solamente su nombre es sinónimo de éxito, sino también de polémica, por lo controversial de los temas que trata en sus películas, en el film  sobre el asesinato de Versace, la hermana de éste, Donatella, no estuvo contenta con la forma que se trataron los sucesos que condujeron a la muerte de su hermano en 1997 e impulsó un comunicado familiar donde explica “Dado que Versace no autorizó el libro en el que la serie está basada parcialmente ni ha tomado parte en la escritura del guión, esta obra televisiva debería ser considerada, únicamente, como una ficción”.    
El año pasado Murphy, quien trabajaba para el grupo Fox, pasó a la plataforma digital Netflix con un contrato millonario. Donde aseguró que seguirá apostando, como él dice “por las mujeres, las minorías y las heroínas de la comunidad LGTBQ”. Busqué sus películas por Netflix y encontré unas cuantas, entre ellas, la serie “Pose”, quien produjo junto a Brad Falchuk y Steven Canals, serie musical y de bailes, ambientada en los años 1980 en New York, donde participa el mayor elenco de actores transgénero de la historia, más de 50, para una serie de televisión. Por un lado, el film, se adentra en un ambiente, poco conocido en mi caso, donde los marginados por ser de la comunidad LGTB, encuentran un sitio para expresarse, bailar, posar según las categorías que elijan.
Los actores son excelentes en sus papeles, pues no son hombres actuando como mujeres, sino que son hombres que se sienten mujeres y así llevan su vida. Ahí verán a JM Rodríguez, quien es estadounidenses, actriz y cantante, en su papel de Blanca Rodriguez-Evangelista; Dominique Brebner de Trinidad, conocida profesionalmente como Dominique Jackson o Tyra Allure Ross, es una actriz, autora, modelo, y personalidad televisiva, en su papel protagónico de Elektra Abundance; Billy Porter artista estadounidense, cantante y actor de teatro de Broadway. Porter ganó el premio a Mejor Actor en un Musical en 2013 por su papel de Lola en Kinky Boots en la “67a entrega de los Premios Tony”. Trabaja en “Pose” como animador de espectáculos y fue nominado para un Golden Globe Award y ganó el Premio Primetime Emmy de 2019, por Mejor actor principal en una serie dramática, convirtiéndose en el primer negro abiertamente gay en ser nominado y ganar este premio; Indya Adrianna Moore, es una actriz, modelo y activista por los derechos de las personas trans, la revista Time la nombró una de las 100 personas más influyentes del mundo en 2019, es conocida en la serie por su papel de Ángel Evangelista.
Véanla, la recomiendo, la primera temporada sólo son 8 capítulos.
T.A.F.




Pretty Woman.


Con la ocasión de la entrega del Oscar, vi un documental, con escenas de las entregas  de las estatuillas, desde sus comienzos; donde pude apreciar como el concepto, no solo de elegancia, sino también, el de belleza, han cambiado a través del tiempo. Como vivimos, sometidos, sobre todo las mujeres, a unos cánones de belleza prefijados y estereotipados a un concepto de mujer perfecta, donde esta percepción de mujer, nos ha llevado a imitar y cumplir con un ideal impuesto, sin darnos cuenta que se trata de un acuerdo cultural que depende del contexto social, de los valores de cada época y sobre todo del negocio relacionado con “la imagen de mujer perfecta”      

El concepto de perfección física, sobre todo la femenina, ha cambiado a lo largo de la historia. Desde el Antiguo Egipto, donde ya se maquillaban, usaban polvos en los ojos, presentaban detalles ornamentales en la ropa y usaban joyas, hasta el presente, son muchos las imposiciones a la que hemos  sido sometidas, si nos vamos a la China del siglo X, nos encontramos con la práctica de los pies flor de loto, donde a las niñas, a los cuatros años de edad, y previamente a haberles untado los pies con leche de animales, sangre y otras hierbas para tratar de prevenir infecciones, se les rompían 4 de los dedos del pie, se envolvían en seda y se presionaban contra un tablón hasta los 14 años. En la misma época en Japón, la mujer debía ser pequeña, de rostro blanco, pelo negro y cintura de avispa y debido a la creencia que los dientes blancos eran infantiles, se instauró la práctica de pintárselos de negro con limón y limadura de hierro. En el renacimiento italiano, se estilaba la tez blanca, la forma del cuerpo ovalado, manos y pies pequeños, caderas redondeadas, los labios y las mejillas con un poco de carmín.
En el barroco, se usaron las pelucas, el perfume, los polvos blancos en la cara y el cuerpo o maquillarse para recalcar las venas. Sin olvidar el famoso corsé, las abundantes joyas y el pintarse un lunar negro en el rostro que, dependiendo de su posición, podía tener uno u otro significado.
En la en la época Victoriana inglesa la sociedad se preocupó más por aspectos personales haciendo énfasis en el individuo, aparecen las máquinas de ejercicios, inspiradas por el padre de la ortopedia el médico sueco Gustav Zander, esta innovación fue todo un acontecimiento social, los usuarios iban a sus ejercicios muy bien vestidos, peinados y perfumados. Por supuesto, intentaban no sudar pues estaba mal visto. Fue una verdadera revolución donde surgió, otro tipo de belleza. 
Aunque, por otra parte, esta moda de querer estar sano y a la vez elegante y a la moda, pero sin enfatizar en el maquillaje, trajo consigo un incremento considerable de productos y cremas de belleza.
En los años 20, durante la época dorada de Hollywood, en los años 60, durante el boom de las supermodelos de los años 90. Asi a lo largo del tiempo nos han cambiado la cintura, el pelo, los senos, las piernas, las caderas y los rostros a las mujeres.
Los estándares de belleza nos han demostrado, que no son permanentes, sino siempre cambiantes, inconsistentes y para muchas mujeres, poco realistas.
T.A.F.

Espartaco.


Tenía yo, como catorce años, cuando fui al cine a ver la película “Espartaco”, desde entonces para mi, Kirk Douglas se llamó Espartaco y se convirtió en uno de mis actores favoritos, creo que he visto todas sus películas.
Cuando vi Espartaco en ese entonces, fue simplemente una película de esclavos alzados que luchaban por ser libres, años después la volví a ver y me enteré todo lo que hubo detrás de la filmación de esta película, que se basó en la sublevación de esclavos liderada por Espartaco entre el 73-71 a.C., que fue la tercera y última de una serie de revueltas populares contra el poderío de Roma.
Pero la película no fue una simple lucha de Espartaco por la libertad de los esclavos, sino que su filmación, fué además la lucha del mismo Kirk Douglas contra las dificultades que representó hacerse cargo de la producción de la película, además de ser el actor principal. A las pocas semanas de empezar el film, despidió al director Anthony Mann, pues no lo consideró capaz de dirigir una película como esta. Decidió, entonces, llamar a Stanley Kubrick, un cineasta, joven, con talento y en ascenso, que ya lo había dirigido en “Senderos de Gloria”. Pero no fué el único inconveniente, sino que, también tuvo problemas por la “lista negra” del senador Joseph McCarthy, de los sospechosos de simpatizar con ideas de izquierda, en plena Guerra Fría. El libreto del filme, por sugerencia de Kirk Douglas, fue escrito por Dalton Trumbo, un guionista que figuraba en esa “lista negra” como sospechoso de simpatizar con estas ideas, pero su gran talento como guionista le había permitido seguir trabajando clandestinamente. Cuando, en la película Espartaco salió su nombre en los créditos, marcó el comienzo del fin de la “lista negra” de Hollywood para Trumbo y otros guionistas.
Douglas dijo en 2010 que, en lo que a él respecta, “el subproducto más importante de Espartaco es que rompimos la lista negra”.
Kirk Douglas, parecía estar destinado a vivir muchos años, por su cortejo con la muerte: en el último momento, en 1958, decidió no montarse en el avión del productor Michael Todd el cual se estrelló, en el año 1986, su helicóptero chocó con una avioneta, murieron dos de sus acompañantes y él, en esa ocasión, fue operado de la columna, en el año 1991 tuvo un ataque cerebral que le inmovilizó media cara y en 2005 lo operaron de las dos rodillas, con el tiempo recobró parte del habla y pudo caminar con bastón.
Sus interpretaciones fueron tan enérgicas que se volvió poderoso, como actor, pudo trabajar con los mejores directores de la época y protagonizar y producir filmes inolvidables.
Por fin, cuando tenía 80 años, Douglas recibió de las manos de Steven Spielberg en el año de 1996 un Oscar Honorífico, otorgado por la Academia, por sus 50 años de carrera. Tendrían que haberle dado varios Oscar, años antes.
Este es mi pequeño homenaje a Kirk Douglas, quien nos dejó esta semana a la edad de 103 años y que en mi adolescencia me hizo conocer, atreves de sus películas, muchas historias: conocí a Ulises, a Espartaco, a los Vikingos, al Capitán Nemo de 20.000 leguas de viaje submarino, y la vida del gran pintor Vincent van Gogh, entre otros.
"Todo el mundo se la pasa hablando de los viejos tiempos: que las películas eran mejores, que los actores eran superiores, que la gente era más solidaria. Lo único que yo sé de los viejos tiempos es que ya pasaron", dijo Kirk Douglas.
T.A.F.