El martes pasado, vi en los noticieros, en la prensa escrita, la cual leo por internet y en las redes sociales, que se conmemoraba, El Día Internacional del Beso. Este día se celebra cada 13 de abril como homenaje al beso de más larga duración que registran los libros de récord, este hecho tuvo lugar en Tailandia para festejar el día de San Valentín del año 2011, de esa nacionalidad fue la pareja protagonista de la hazaña, el beso tuvo una duración de 46 horas, 24minutos y 9 segundos, dos años después rompieron su mismo récord, con 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
Lo que me extraña es qué se haya esperado tanto para darle la importancia que ha tenido el beso para las relaciones humanas. Los besos producen efectos muy importantes en la comunicación, pueden ser instrumentos de entendimiento o descendimiento entre las personas. No solo me refiero, cuando hablo de besos, a los de la pareja en los labios, sino de besos entre padres e hijos, entre abuelos y nietos, entre amigos, hermanos…
No hay hasta ahora una conclusión, si los besos se aprenden o es un comportamiento instintivo, algunos lo relacionan con la conducta de aseo que también se puede ver en los animales, o que aparece cuando las madres masticaban los alimentos para dárselo a sus hijos. En los gatos, los pájaros, los perros y en otros animales, vemos algunos comportamientos como lamer, acariciar y sobarse entre ellos y hacia los humanos. Los estudiosos del tema a veces lo interpretan como un tipo de besos.
El poeta francés Paul Géraldy, decía que, “El más difícil no es el primer beso, sino el último”. Son muchos los escritores, compositores y poetas que se han referido a este acto romántico, en canciones, en obras de teatros, zarzuelas, en la mayoría de las veces, referido a sus propias historias de amor, pero se ha hecho difícil precisar como apareció el beso en la historia de la humanidad
Así encontramos muchas teorías que se relacionan con el origen del beso. Se cree, por ejemplo, que tiene su origen como resultado de la lactancia. Pero las pruebas mas antiguas, a nivel cultural provienen de La India, donde se encontraron, en algunos templos, talladas en piedra, algunas figuras besándose y esta costumbre se expandió por Europa durante la época de Alejandro Magno. En la Biblia se menciona al beso como un hecho simbólico, cuando Judas besa a Jesús
En la antigua Persia, era habitual el besarse entre los hombres, para los Celtas, este acto era, hasta cierto punto medicinal. En la época medieval, era impuro besar a una doncella. Los filipinos besan acercando la nariz a la cara, aunque usan también los labios: no dicen “dame un beso”, sino “huéleme”. Los japoneses carecen de la palabra para el beso entre dos personas. Los chinos besan tocando la mano, la mejilla o la frente, no con los labios sino con la nariz, olfateando y concluyen el acto “chasqueando” los labios. Los malayos se acarician la nariz. Los esquimales, ciertas tribus somalíes y de Nueva Zelanda desconocen el beso o no lo relacionan con el amor.
Durante la Revolución Industrial, empezó a verse como un acto normal entre personas que se tenían afecto, siempre que se hiciera en la intimidad.
Fue durante la época del romanticismo, cuando la personas gozaban de mas libertad para expresar sus sentimientos, esto condujo a una verdadera revolución convirtiendo el beso en algo normal, en una práctica bastante frecuente que se usa sobre todo, para demostrar lazos afectivos como la pasión y la amistad entre los humanos.
Sin el beso, sería muy difícil demostrar el deseo, la pasión y el amor por el otro.
T.A.F.