Camille Claudel, la escultora.

 


La más célebre de las esculturas de la humanidad, es sin duda la famosa Venus de Willendorf, se dice, que la historia de la escultura comienza con esa figura del cuerpo de una mujer. La mujer siempre ha sido la “modelo” de los grandes escultores de la historia, pero son muy pocas las mujeres conocidas como escultoras. El martes pasado, en una película que veía en la televisión, nombraron, una mujer, que habían sido escultora, lo que me llamó mucho la atención y fijé en mi memoria su nombre, al día siguiente le pregunte a mi “amigo” Google y cual no sería mi sorpresa que fue una gran escultora, por cierto una persona muy maltratada, de nombre: Camille Rosalie Claudel, una francesa que nació un 8 de diciembre de 1864 en Fere-Tarnenois, Aisne, al norte de Francia, hermana del conocido poeta y diplomático Paul Claudel. Durante su infancia, fue despreciada por su madre, pues ésta siempre quiso tener un hijo varón y nunca estuvo de acuerdo con la inclinación que tenia Camille hacia el mundo de las artes. Como consecuencia de esta situacion familiar, ella abandonó pronto el hogar de sus padres.

Desde muy temprana edad, su disfrute favorito era el de moldear el barro, como si fuera un juego. Y desde entonces, mostró gran facilidad para expresar en el barro, los rostros de las personas. Lo que comenzó como simple diversión, se convirtió en una pasión, la cual nunca fue aprobada por su familia, que confiaba que ella siguiera el camino de las mujeres de su época, dedicarse al hogar. Cuando Camille cumplió diecisiete años sus familiares se mudaron a Paris, donde fue admitida en la Academia de Arte. Para ese entonces estaba prohibido la presencia de mujeres en la famosa         École des Beaux-Arts. Camille alquiló, con otras jóvenes mujeres, incluidas algunas inglesas, un taller. El escultor Alfred Boucher se convirtió en su maestro y mentor del cual esculpió un busto. Boucher se muda a Florencia y le pide a Auguste Rodin, que se haga cargo de sus alumnos, así fue como Rodin y Camille se conocieron y comenzó su apasionada y turbulenta relación. Camille se convirtió en la modelo de Rodin, fuente de inspiración, confidente y en su amante, a pesar de que nunca vivió con Rodin, pues, éste jamás terminó la relación con Rose Beuret.

El rostro de Camille, empezó a aparecer de manera constante en la obra de Rodin, para escándalo de su tradicionalista madre.

Camille se convirtió en compañera del gran escultor, al que acompañaba a las reuniones artísticas de la capital y de él aprendió

tan bien el arte de esculpir, que llegó a alcanzar y quizás a superar el talento de su maestro, la sombra de su maestro, nunca la dejó, inclusive muchos llegaron a pensar que sus geniales obras eran realizadas con la ayuda de Rodin.

 

Camille, termina su existencia un 19 de octubre de 1943, en el sanatorio de Montdevergues, termina su penitencia, como ella misma lo calificó, de treinta años de reclusión injusta, sola, aislada y olvidada por todos. Fue enterrada en el cementerio de   Montfavent y posteriormente sus huesos fueron enterrados en la tumba comunal del manicomio.

Rodin falleció muchos años antes, en 1917.

El museo de Rodin en Paris, Francia, es el que recoge el número más grande de obras de Camille Claudel, la escultora.

T.A.F.