Marguerite Higgins: corresponsal de guerra.

 


El tres de septiembre, nacía en la ciudad de Hong Kong, Marguerite Higgins,

Su padre un hombre de negocios, de nombre; Lawrence Daniel Higgins y su madre, Marguerite de Godard, quienes se conocieron en Paris, cuando éste era piloto.

Inició su formación universitaria en la Universidad de California, donde participó en el periódico universitario “The Daily Californian” y donde se graduó en 1941. Luego, se trasladó a la Universidad de Columbia, donde obtuvo su máster en Periodismo.

En el año 1942, fue contratada por el New York Tribune, y en 1944, a los 24 años de edad, consiguió que la propusieran para cubrir la Segunda Guerra Mundial desde la ciudad de Londres.

Al año siguiente fue enviada a Francia y luego Alemania, donde fue reconocida por su cobertura de la liberación de los “campos de concentración de Buchenwald”, donde llegó antes que las tropas aliadas y pudo cubrir la toma del búnker de Hitler.

Para la década de los años 50 ya era una de las periodistas mas famosas del mundo, por sus trabajos en la Guerra de Corea que, la llevó  ganar el premio Pulitzer, fué la única mujer entre los seis reporteros condecorados.

En 1950, la enviaron a Japón, para dirigir la oficina del Lejano Oriente, fue una de los primeros reporteros en llegar a la zona al inicio de la Guerra de Corea.

Cuando la dirección del periódico envió a su corresponsal estrella, Homer Bigart, y ordenó a Marguerite que abandonara Corea, esta logró continuar sobre el terreno recurriendo al propio General MacArthur. Esto le permitió cubrir el desembarco de Inchon en septiembre de 1950. La cobertura de este conflicto le reportó el premio Pulitzer de 1951.

En 1953 fue enviada a cubrir la guerra en Vietnam, donde Informó desde la batalla Dien Bien Phu. En 1955 visitó la Unión Soviética, publicando sus experiencias en un libro. También cubrió la guerra civil en el Congo.

A principios de los años sesenta visitó varias veces el Vietnam, publicando en 1965, “Our Vietnam Nightmare”, en donde manifestaba sus dudas sobre la intervención norteamericana. En su última visita a Vietnam contrajo leishmaniasis, enfermedad de la que murió. Fue enterrada en el cementerio de Arlington, en atención a su papel como corresponsal de guerra.

Hablaba, chino, ruso, alemán y francés, además del inglés.

T.A.F.