Creo no equivocarme, pero el mes de diciembre para nosotros representa muchas cosas: fiestas, vacaciones, arbolitos, llegada del niño Jesús, nacimientos, gaitas, aguinaldos, comida propia de diciembre, hal
lacas, pan de jamón, dulce de lechosa, pero, sobre todo, es la llegada de la navidad. Son tantas cosas que es difícil hablar de un tema en específico que tenga que ver con la navidad
Les confieso que llevo días dándole vuelta, sobre este tema de la navidad, son tantas cosas que me llevaría unas cuantas entradas, así que les pregunté a mis nietos, lo que más les gustaba de la navidad y sin vacilar dijeron, “los regalos que trae Santa” y me dije: vamos a buscar información, para escribir sobre este personaje conocido por todos.
Resulta ser, como dice mi comadre, San Nicolás de Mira, como se le dice en oriente, o San Nicolás de Bari, como se le dice en occidente, nació en el año 310 después de Cristo, en tiempos aquellos de persecución para los cristianos.
Los padres de Nicolás eran adinerados y le inculcaron a su hijo el valor de magnanimidad. Nicolás desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los más necesitados. Solía decir: "sería un absurdo no repartir, entre los necesitados, siendo que Dios nos ha dado tanto".
Cuando murieron sus padres heredó una inmensa fortuna. Entonces, repartió sus riquezas entre los pobres y se fue de monje a un monasterio. Después de visitar Tierra Santa volvió a Turquía y llegó a la Ciudad de Mira, donde los obispos y sacerdotes estaban en el templo discutiendo, a quién deberían elegir como nuevo obispo de la ciudad. Encomendaron el asunto a Dios y dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo, el cual vivió entre los siglos III y IV en la región de Licia.
Este religioso fue canonizado, pasando a ser conocido como San Nicolás de Bari.
Uno de los países donde se le adoptó como uno de los santos favoritos, fue en los Países Bajos donde fue llamado Sinterklaas, San Nicolás en neerlandés.
Con el transcurrir de los siglos, el nombre del personaje su fue evolucionando, todo parece indicar que fue el escritor Washington Irving, en 1809, quien deformó al santo, Sinterklaas, en la pronunciación angloparlante: Santa Claus, como se le conoce hoy.
Muchas son las leyendas urbanas, que indican que originalmente vestía de verde y que fue a raíz de una promoción publicitaria, realizada por la empresa Coca-Cola cuando adoptó el rojo, pero no fue así. Esto fue gracias al dibujante sueco Thomas Nast, quien lo había dibujado de ese modo siete décadas antes. Incluso hay portadas de la Revista satírica Puck, de inicios del siglo XX, en las que ya aparece Santa Claus vestido de rojo, gordinflón y con su característica barba blanca.
Como ven, es más un personaje de leyenda con distintas maneras de verla, pero generalmente, la forma de acoger este personaje es la misma por casi todos los niños, quienes dejan sus calcetines en diferentes lugares de la casa o en el arbolito de navidad y Santa Claus, Papá Noel, San Nicolás, el Viejo Pascuero, llega en su trineo con sus renos, entra por la chimenea o la ventana y deposita al pie de ella, dulces y además de los regalos convencionales.
Eso sí, los niños nunca lo ven y los adultos mucho menos.
T.A.F.