Pensamientos que agotan.

 


Revisando las redes me encontré un video donde explicaban lo que tenían en común las personas longevas de distintos países: Comer sano, Ejercitarse físicamente y Tener una actitud positiva.

Creo que no hay dudas que las dos primeras son decisiones personales, con la tercera, hay quienes piensa que no es así.

Existe un debate muy antiguo, sobre cómo se va formando nuestro comportamiento.

¿Nacemos con una serie de capacidades y cualidades, o somos individuos que nacemos en “blanco” y adquirimos todo del exterior? ¿Qué tanto heredamos y que tanto de nuestro comportamiento se construye socialmente? Bueno, dejemos este debate a los científicos y ojalá nos tengan pronto una respuesta. Lo que sí creo evidente, es que nuestro comportamiento está condicionado por el entorno en que nos movemos y por las ideas que se van estableciendo en nuestro cerebro y muchas de estas se instalaron sin nuestro permiso, sino que lo hicieron y no sabemos cuándo, con lo grave que pueda ser, es complicado separarse de ellas, puesto que muchas veces, ni siquiera nos damos cuenta que llevan el timón de nuestra vida. Definitivamente, hay situaciones que nos agotan, que nos estresan y nos complican, pero seguramente si razonamos con objetividad, nos daríamos cuenta, que no existen argumentos válidos, para que esto suceda… me pregunto ¿en realidad lo que estoy pensando es una interpretación limitada de lo que está sucediendo?

En otras palabras, permitámonos cuestionarnos las actitudes que asumimos. Las actitudes se eligen y por ello, podemos elegir adoptar nuevas actitudes. Y al ser nuevas, necesitaremos aprenderlas y entrenarlas, deshacernos de esos pensamientos negativos y tomar actitudes positivas.

Cuando una situación nos pone mal, ¿Qué logro con esto? ¿Para qué asumo ese comportamiento?, el “para qué” te exige ver hacia adelante, el “por qué” nos envía al pasado. ¿Qué ganamos protestando con mal humor? Quizás prevalezcan pensamientos subyacentes en el cerebro, que nos llevan a responder así, de forma automática, casi subconsciente. Probablemente en algún momento de la vida esa respuesta fue necesaria, pero en este momento puede ser que no.

No significa que no nos enfademos cuando suceden cosas que nos molestan, estamos en nuestro derecho de hacerlo. El punto es, no estancarse en esa emoción, si este comportamiento nos paraliza, no avanzamos y probablemente esos hechos determinen nuestro pensamiento y nuestro estado de ánimo. 

Empezar a pensar las cosas desde otra perspectiva y darnos cuenta, de que existen numerosas respuestas e interpretaciones posibles ante diversas circunstancias. Pensar, que existe una diversidad de explicaciones para cada situación y que solo nosotros elegimos que nos hace sentir mal o que nos pueda hacer sentir bien, rescatar lo positivo de la situación y seguir adelante. 

 Tenemos la posibilidad de decidir por nosotros como sentirnos, que actitud tomar ante lo que ocurre en el entorno. Creo que nadie ni nada nos puede hacer sentir mal, sino no lo permitimos. Creo que es posible adoptar conscientemente esa actitud.

T.A.F.