La Revolución Mexicana fue un conflicto armado que se inició en 1910, como consecuencia del descontento popular hacia la dictadura de Porfirio Díaz y que derivó en una guerra civil que llegó a transformar de manera radical las estructuras políticas y sociales de México.
De acuerdo con el portal del Gobierno de México, el nombre de Adelitas surge debido a Adela Velarde Pérez, una joven que a la edad de 15 años se unió a las filas de la Revolución Mexicana, apoyando a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca en labores de enfermería, perteneciente a Leonor Villegas.
Las Adelitas simbolizan a las mujeres que enfrentan la adversidad con valentía, fue en la etapa de 1914 a 1917, que se hizo explícita la filiación revolucionaria de las enfermeras y ésta se correspondió con los cuerpos del ejército en los que prestaron sus servicios.
La intervención de las Adelitas se dio en diferentes campos que estaban en aquel tiempo designados a los hombres, desde la producción agrícola, el uso de armas de fuego y el diseño de estrategias militares.
Algunos otros papeles que llegaron a desempeñar durante la contienda fueron dentro del periodismo, la fundación de clubs femeninos, el activismo político y la literatura.
Las acciones y todo lo relacionado a estas mujeres fue lo que determinó a la mujer como rompedora de los esquemas sociales del patriarcado.
Adela nació en 1900 en Ciudad Juárez, Chihuahua y murió en los Estados Unidos. Sus restos se localizan en el cementerio de San Felipe en Del Río, Texas.
Fue Adela quien inspiró al sargento, Antonio del Río Armenta, perteneciente a las tropas de Villa a escribir el tema de Adelita. “Si Adelita se fuera con otro, la buscaría por tierra y por mar…”
De acuerdo con el libro “Los Rostros de la Rebeldía” de Martha Rocha Islas, cuando se encontraban haciendo recorridos por los diferentes hospitales una joven se acercó a Leonor Villegas y le dijo: “señora, yo quiero servir en sus filas”, a partir de ese momento Adela estuvo atendiendo heridos y continuó dentro de la brigada hasta su llegada a la capital en 1914.
Algunas otras Adelitas destacadas fueron Hermila Galindo, quien procuró un lugar importante en el prioritario desarrollo social de las mujeres. Del mismo modo, Ángela Jiménez fue otra Adelita reconocida debido a que era una experta en explosivos que siempre se jugaba la vida al tener que trabajar con aquellos artefactos.
T.A.F.