Volvió diciembre, siempre es un placer tenerlo de vuelta, siento la
misma sensación, pero más intensa, como cuando llega el viernes cada semana.
Pero diciembre, llega reclamándonos por todos aquellos planes y
proyectos que nos propusimos en su anterior visita, muchas veces escritos y
olvidados en alguna libreta o en las “notas” del celular y sin poder hacer
nada, sin poder “resetear” y empezar de nuevo, sin embargo, aquí está, como si
nada, siempre oportuno, sonriente, lleno de un optimismo contagiante, de
música, repleto de gaitas, de
aguinaldos, de luces, aparece con todo ese deseo y olor a Navidad y que se siente en el ambiente cuando llega, con
ese sabor a fiesta y alegría. Él tiene algo especial, como mágico, logra que el
ser humano saque lo mejor de sí, que le aflore su solidaridad con el prójimo, el
desprendimiento, los valores espirituales; es el mes, donde como por
sortilegio, volvemos a ver a amigos y familiares a los que, quizás debido al ajetreo
diario, los vemos poco o no vemos durante casi todo el año. Esos reencuentro nos llenan de felicidad, de regocijo nos hace sentir enérgicos, le dan sentido a nuestra cotidianidad, nos hace
sonreír y principalmente nos ayuda a aislar los sentimientos negativos como el resentimiento,
el rencor, la amargura. Es el mes que todos esperamos y sin vacilaciones es el más
entrañable de todos. Aparece al final de cada año con su especial seducción, que
nos atrapa hacia lo que más queremos y nos
regala doce meses de nuevas oportunidades para reempezar con mejores
propósitos, que probablemente en marzo ya nos olvidaremos de ellos, pero, no
importa, es que es tan estupendo que nos llena de esperanza y nos anima a intentarlo
de nuevo.
Yo por mi parte
siento como si llegó demasiado rápido, que
este año como que tuvo solo nueve meses o menos, no tuve tregua, hubo meses
difíciles, pero, fueron superados, uno a la vez, siempre con optimismo y resiliencia, poniendo pasión en
lo que hago. Deseo para los que me leen, que este
diciembre sea un pretexto para que descubran espacios propicios para el
reencuentro con quienes son importantes para ustedes. Que diciembre los encuentre con una gran
sonrisa y con personas que les alegren la vida, con retos que les permitan
tener ilusiones, deseos, planes y por supuesto con mucha salud, con abundancia
de sentimientos positivos, que les facilite superar las dificultades.
T.A.F