Particularidades sobre el tomate.


Existen miles de platos en los que el tomate está presente y es un elemento que, por su variedad, color y sabor, se ha convertido hoy en día en un alimento imprescindible en la cocina.
 El tomate es originario de los bajos Andes, cultivado por los Azteca, lo conocían como xïctomatl, “fruto con ombligo”. Los españoles lo llamaron “tomate” y fueron los que lo introdujeron a Europa. Inicialmente sólo se usaba como planta ornamental pues se pensaba que era una planta venenosa por la presencia de tomatina, un alcaloide que se encuentra en sus hojas y frutos inmaduros.
En 1544, el herborista italiano Mattioli se refirió a los frutos amarillos de la planta del tomate como "mala aurea" (manzana de oro). También el herborista holandés, Robert Dodoens, describió al tomate, como afrodisíaco, lo que explicaría los nombres de "pomme d' amour" en francés, "pomodoro" en italiano y "love apple" en inglés. Es una de la fruta más modificada genéticamente.
Hoy conocemos todo su potencial nutritivo: anticancerígeno, antioxidante, posee gran cantidad de vitamina C, ayuda a mejorar la digestión , regula el tránsito intestinal...
No sé por qué razón, pero a mí siempre me han encantado los platos en los que el tomate es ingrediente, me gustan: los cherry, los peritas y mi favorito, el margariteño; motivo por el cual trato que los tomates nunca falten en mi cocina, pero no los puedes almacenar por mucho tiempo y con lo que cuesta un kilo, hay que hacer todo lo posible para aprovecharlos al máximo, da como angustia que se nos descompongan. ¡Solución! Aprender a almacenarlos; si ves que están maduros, hay que utilizarlos lo más pronto posible y lo mejor es dejarlos a temperatura ambiente, si vas a tardar una semana en prepararlo, mételos en nevera. Pero, si encontraste una oferta, puedes aprovecharla y comprar varios kilos, en este caso hay que envasarlos en frascos con tapa de metal, lo vengo haciendo desde hace dos años y me ha funcionado muy bien. 1) Empieza por escoger los tomates, que tengan un adecuado grado de madurez y de color uniforme. 2) Lávalos bien con agua a temperatura ambiente. 3) Haces un corte, solo a la piel del tomate en forma de cruz, sumérgelos en agua caliente durante tres minutos para desprender la piel y retírala, los picas a la mitad y los reservas. 4) Pones a hervir los frascos y las tapas, de metal, para esterilizarlos. 5) Una vez esterilizados, dejas enfriar y envasas los tomates reservados, presionándolos con una cuchara hacia el fondo del frasco de tal forma que no queden espacios 6) Cierras herméticamente los frascos, los montas en una olla con agua que los cubra, tapas la olla y que hiervan durante veinte minutos, los sacas los pones a enfriar y los guardas en una despensa sin luz.
Cada vez que enfrasco, calculo como para tres meses y los he utilizados en hacer salsas, en pastas, en pizzas, brusquetas, en sofrito como base de guisos de otros ingredientes principales, como las legumbres, arroces, carnes y pescados etc… Atrévete a “enfrascarlos”, te será muy útil y economizas.
T.A.F.