Veía unas imágenes en la televisión
esta semana, que revivieron recuerdos de mi niñez, cantidades de niños que, con
la flexibilización de la cuarentena en muchos países, utilizaban la bicicleta
como instrumento de júbilo, contra el encierro. Es que, para mí siempre, aun a
esta edad, el “montar bici” me inunda de una sensación de libertad. Todo esto
me hizo preguntarme: ¿Qué importancia ha tenido la bicicleta en nuestra historia?,
lo que me indujo a investigarlo, les cuento que me sorprendió la importancia
que ha tenido y sobre todo en nosotras las mujeres.
La bicicleta como vehículo ha tenido
un lugar importante en la polémica de la mujer por sus derechos y es increíble como
ayudo a transformar nuestro contexto como mujer.
El
primer cambio surgió con la libertad de movimiento, que le proporcionaba la
Bicicleta a la mujer para viajar, las mujeres no
tenían que estar sujetas a su esposo, sino que podían tomar la bicicleta y pedalear
a donde quisieran.
Pero esta libertad, suponía
todo un desafío, ya que los hombres lo consideraban poco decoroso, peligroso
para la unidad familiar y hasta cuestionaban que podía causarles daños físicos.
Hubo argumentos como los del párroco Samuel
Stanley, quien cada
vez que se dirigía a sus fieles denunciaba de una u otra forma, como la
práctica de montar en bicicleta por parte de las mujeres, era un
hábito
anticristiano, indecente y vulgar. Además de una oportunidad para pecar y
contraer enfermedades típicas de las mujeres.
De hecho, aparecieron argumentos
médicos, en lo cuales se alertaba a las mujeres, señalando que, su uso podría provocar en la mujer
esterilidad. El andar en bicicleta se relacionaba con la apendicitis, el bocio
y crecimiento anormal de la glándula tiroides o con la excitación sexual, unida a una patología, muy difundida llamada Bycicle face.
Se convertía asi, la
bicicleta en un instrumento de desafío contra la sociedad machista de la época
y surgieron mujeres que usaron la bicicleta como símbolo para luchar por la
igualdad.
“La bicicleta ha hecho más
por la emancipación de la mujer que cualquier otra cosa en el mundo, le
proporciona sensación de libertad y seguridad en sí misma. Cada vez que veo una
mujer sobre una bicicleta me alegro, porque es la imagen de la libertad”,
decía, Susan B. Anthony, luchadora por los derechos civiles y el
logro del voto femenino.
También la moda cambió con
el uso de la bicicleta por las mujeres, los trajes de la época, no eran los más
adecuados, mucho menos el corsé. La mujer empezó a utilizar ropa masculina y
hasta inventó nuevas prendas, como los Bloomer, unos pantalones bombachos anchos,
fruncidos en la rodilla, de inspiración turca que eran prácticamente una falda
dividida y mucho más cómodos para moverse en bicicleta. Un cambio que, mucho
más allá de la estética, fue una victoria en la lucha por la igualdad. En 1896, las mujeres empezaron a llamar a la bicicleta: “la máquina de la
libertad”.
T.A.F.