La música, bien puede ser un género literario, pues la música es poesía. Prueba de esto que al canta-autor Bob Dylan, se le otorgó el Premio Nobel de Literatura en el año 2016. Sin embargo, la mayoría de las letras musicales, no poseen ese “toque” poético, lleno de belleza lírica. Hay letras musicales que tienen un lenguaje cotidiano y que tan sólo buscan la aceptación del gusto popular.
Tal es el caso del reguetón, un ritmo que nació en la calle, es una corriente popular, algunos lo describen como “es fuerte porque es callejero, tiene sensualidad, tiene ritmo”. Bio Gio, reguetonero.
Esta reflexión la hago motivada al hecho de haber leído un artículo en internet, sobre que, existe una lista de países en los que, el reguetón, está siendo censurado hasta escucharlo, podría ser un delito por sus letras o por lo que promueve y esto a pesar de haberse, convertido en un género musical en todo el mundo.
En algunos países esta norma es sólo contra aquellos “artistas” que, no lo son, que salen de la nada, pero que llevan su “arte musical” a algo banal con la utilización de expresiones vulgares. Es decir, las expresiones urbanas del reguetón que sean poco artísticas y vulgares no pueden ser divulgadas, sin embargo, hay canciones de artistas ya consagrados que se les ha censurado algunos temas musicales.
Desde hace años, los críticos del regueton, se han venido multiplicado y cada día son más. Afirman que tiene letras explícitas, que incitan a la violencia de género y tratan a las mujeres como un “juguete”. Pero lo que tenemos que tener claro, para no dejarnos confundir, aunque lo adornen, que la música es cultura y en la cultura no hay cabida para el machismo.
Así que no sólo hay que desaprobar el reguetón, sino que cualquier género musical que incite al machismo, donde se describe a la mujer como meros cuerpos, despojados de todo lo demás, èsto fruto de una sociedad de valores sexistas y machista.
Hagamos memoria de José Alfredo Giménez. “Pero sigo siendo el rey” y en “La media vuelta” afirma: “yo sé que mi cariño te hace falta, porque quieras o no, yo soy tu dueño”. Luis Miguel: "Te vas porque yo quiero que te vayas. A la hora que yo quiera te detengo. Yo sé que mi cariño te hace falta. Porque quieras o no, yo soy tu dueño". Eminem: "Y hacerme el desayuno, perra, eso es un requisito previo"
Café Tacuba, ¿se acuerdan? de “La Ingrata” donde se hace apología del feminicidio “Por eso ahora tendré que obsequiarte un par de balazos pa’que te duela”. Maná nos dice “Mariposa Traicionera”
Guns N' Roses: "La amaba, pero tuve que matarla. Tuve que ponerla seis pies bajo tierra y todavía puedo oírla quejarse".
Hasta el gran guitarrista de todos los tiempos, Jimi Hendrix tuvo sus “pequeños” deslices: "Voy a dispararle a mi mujer. Tú sabes que la descubrí saliendo con otro hombre".
Y aunque les parezca extraño, lo mas curioso es que excelentes cantantes mujeres, también hacen apología del machismo y del maltrato a las mujeres: Jennifer López: "Las mujeres sabemos lo que nos toca. Si quieren todo eso, que nos pongan la roca (...) ¿Y el anillo pa' cuando?. Shakira: No has aparecido, me falló mi instinto (...) Vivir la vida sin ti es algo como morir. Es caminar sin mirar, es como cantar sin oír, es hablar sin respirar, es comer sin digerir"
María Victoria en “Como un perro”: “sin hablarte, sin llorar, sin reproche siempre tirada a tus pies de día y de noche”. Gloria Trevi compuso y canta “con los ojos cerrados yo confío en él, iré tras de él. Le creo, le creo, le creo”. Dulce: “Haz conmigo lo que quieras, seré lo que tú quieres que sea: reina, esclava o mujer”.
Y que me dicen de canciones infantiles: "Arroz con leche, me quiero casar con una señorita de la capital, que sepa coser, que sepa bordar y que ponga la mesa en su santo lugar"
Pero esta actitud machista no es tan solo del cantante, sino que éste es cómplice de un “aparataje” comunicacional que promocionan tal comportamiento machista, al punto que, muchas veces terminamos tarariando inconscientemente a Maluma.
T.A.F.