Hipatia, la científica de Alejandría.

 


Me gusta de vez en cuando buscar en Google las novelas históricas, las cuales son mis preferidas a ver si hay alguna que se pueda bajar gratis, esta vez encontré una que me pareció interesante la reseña, sobre una mujer que vivió en Alejandría, llamada Hipatia, la cual fue víctima por su inteligencia y sabiduría, características condenadas por los cristianos en la Alejandría  de la época y más en una mujer. Sobre esta historia además leí que, existe una película llamada Angora, basada en el ambiente del Egipto dominado por Roma, después la buscaré con calma y los invito a que lo hagan también en Netflix, en Magic o en YouTube. Pero por ahora busqué quien era ese personaje, al cual encontré por demás muy interesante y es lo que quiero compartir con ustedes.

Hipatia, era hija de Teón, un famoso matemático del Museo y reconocido astrónomo. Hipatia, por tanto, era una digna heredera de la gran tradición científica del Museo, pero su gran conocimiento hizo que se convirtiera en una profesora de renombre que daba lecciones públicas sobre las ideas de Platón y Aristóteles. Ella formaba parte de la elite pagana fiel a sus antiguas ideas y creencias. En cuanto a la sabiduría de Hipatia, Sócrates escribe “Llegó a tal grado de cultura que superó a todos los filósofos contemporáneos, heredó la escuela platónica que había sido renovada en tiempos de Plotino, y explicaba todas las ciencias filosóficas a quienes lo deseaban. Por eso quienes deseaban pensar de modo filosófico acudían hacia ella de todas partes”

Dice Filostorgio: “Aprendió de su padre las ciencias matemáticas, pero resultó mucho mejor que el maestro, sobre todo en el arte de la observación de los astros” y Damascio: “De naturaleza más noble que su padre, no se contentó con el saber que viene a través de las ciencias matemáticas a las que él la había introducido, sino que, no sin altura de espíritu, se dedicó también a las otras enseñanzas filosóficas”. Es decir, Hipatia siguió las enseñanzas del padre matemático, pero fue mucho más allá en sus estudios sobre el movimiento de los astros y, sobre todo, amplió el horizonte de sus investigaciones desde la ciencia hacia la filosofía lo cual la hizo famosa y así cautivó a muchos oyentes y discípulos.

Hipatia, se convirtió en una figura sorprendente: mujer, pagana, sabia, influyente, con muchos discípulos y muy admirada en la ciudad. De allí, que los cristianos fanáticos comenzaron una campaña de odio hacia ella.  

Así fue como en el mes de marzo del año 415, en plena Cuaresma, un crimen sacudió la ciudad de Alejandría: una multitud incontenible atacó con una gran furia a la respetada sabia e ilustrada Hipatia, si no que también se ensañó con sus restos.

Los asesinos formaban parte de “una multitud de creyentes en Dios”, que “buscaron a la mujer pagana que había entretenido a la gente de la ciudad y al prefecto con sus encantamientos”. Así habla de la filósofa, como de una bruja, la crónica de Juan de Nikiu, una diócesis del delta del Nilo. Esta crónica de los hechos, fue escrita casi tres siglos después del asesinato de Hipatia, convirtiéndose en el texto que ofrece más detalles sobre su muerte, y también nos muestra la clara antipatía hacia la estudiosa, cuyas “hechicerías” habrían justificado su atroz final.

T.A.F.