En semanas pasadas vi un documental, sobre la odisea de: Thomas Stevens, la primera persona en darle la vuelta al mundo en bicicleta. Por aquel entonces, está aventura fue la gran noticia en los periódicos de medio mundo.
Viendo dicho documental, se me vino a la mente la pregunta ¿será que, ha existido una mujer en hacer lo mismo? Inmediatamente, empecé a “Googlear” y así me topé con Annie Cohen Kopchovsky, más conocida como Annie Londonderry.
Annie Londonderry fue una osada y resuelta mujer, que no titubeó, cuando tuvo que dejar a su esposo y a sus tres hijos en la Ciudad de Boston para emprender su odisea, que un periódico como “El New York World” no dudó en acreditar esta aventura como: "El viaje más extraordinario jamás emprendido por una mujer”.
Así, Annie se subió a una bicicleta de diecinueve kilos. Y, al parecer, todo se debió a una apuesta de cinco mil dólares, la cual estaba empeñada en ganar.
El 25 de junio de 1894, comenzó su aventura, la cual era muy sorprendente para una mujer en aquellos tiempos: dar la vuelta al mundo, pedaleando en una bicicleta.
Annie nació en Riga, la actual Letonia, en el seno de una familia judía, la cual emigró a Estados Unidos, cuando era aún una niña.
Se casó con un vendedor ambulante. Annie, a pesar, de aceptar todas las responsabilidades familiares que le correspondían como mujer, siempre se resistía a limitar su vida a los quehaceres domésticos. Annie afirmó en una entrevista ofrecida tiempos después: "No siempre quise vivir mi vida en casa y tener cada año un bebé", trabajaba en una empresa que comercializaba anuncios en revistas y periódicos. Según Annie, estimulada por el reto de dos ricos empresarios de Boston de llevar a cabo la gran aventura en bicicleta, pues “ellos estaban seguros que eso era imposible para una mujer”. Ofreciéndole a Annie diez mil dólares si lo conseguía en diez meses. Sin embargo, se corrió el rumor muy fuerte, que la historia de la apuesta fue inventada por Annie, para hacer más apasionante el viaje, pues, en ningún momento se hicieron públicos los nombres de los dos supuestos empresarios, que retaron a Annie a dar la vuelta al mundo en bicicleta. Esto significaba un gran reto, no solo para ella, sino para todas las mujeres, motivo por el cual era “obligado” aceptar. Lo más insólito era que Annie no sabía montar en bicicleta, pero eso no iba a suponer un impedimento para intentar ganar la apuesta.
Uno de los grandes beneficiados de toda esta historia fue el coronel Albert Pope, propietario de la Pope “Manufacturing Company de Boston y Hartford”, productor, entre muchas otras cosas, de las bicicletas Columbia, uno de cuyos modelos prestó a Annie para que llevara a cabo su viaje.
En junio de 1894, la joven aceptó el patrocinio de una conocida marca de agua mineral, la “Londonderry Lithia Spring Wáter”, que le ofreció cien dólares por llevar un cartel con el nombre de la firma y adoptar posteriormente su nombre. A partir de entonces, Annie sería conocida como Annie "Londonderry".
Annie empezó una nueva vida con su familia en Nueva York, donde trabajó como periodista en el New York World bajo el seudónimo de "The New Woman”. A pesar de todo su fama, Annie Kopchovsky duró poco. A pesar del éxito alcanzado, su popularidad se acabó desvaneciendo y aquella mujer ciclista se convirtió en una persona anónima más. Tras su paso por el periódico, Annie trabajó como vendedora de ropa y murió en 1947, a los 77, años en Nueva York.
T.A.F.