San Nicolas.

 


Resulta ser que, San Nicolás de Mira, como se le dice en oriente, o San Nicolás de Bari, como se le dice en occidente, nació en el año 310 después de Cristo, en tiempos de persecución para los cristianos.

Los padres de Nicolás eran adinerados. Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los más necesitados. Solía decir: "sería un despropósito no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto". Cuando murieron sus padres heredó una inmensa fortuna. Entonces, repartió sus riquezas entre los pobres y se fue a un monasterio. Después de visitar Tierra Santa volvió a Turquía y llegó a la Ciudad de Mira, donde los obispos y sacerdotes estaban en el templo discutiendo, a quién deberían elegir como nuevo obispo de la ciudad. Encomendaron el asunto a Dios y dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo, vivió entre los siglos III y IV en la región de Licia.

Este religioso fue canonizado, pasando a ser conocido como San Nicolás de Bari.

Uno de los países donde se le adoptó como uno de los santos favoritos, fue en los Países Bajos donde fue llamado Sinterklaas, San Nicolás en neerlandés.

Con el transcurrir de los siglos, el personaje fue evolucionand, todo parece indicar que fue el escritor Washington Irving, en 1809, quien deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la pronunciación angloparlante Santa Claus, como se le conoce hoy.

Muchas son las leyendas urbanas, que indican que originalmente vestía de verde y que fue a raíz de una promoción publicitaria, realizada por la empresa “Coca-Cola” cuando adoptó el rojo, pero no fue así. Fue gracias al dibujante sueco Thomas Nast, quien lo había dibujado de ese modo siete décadas antes. Incluso hay portadas de la Revista satírica Puck de inicios del siglo XX en las que ya aparece Santa Claus vestido de rojo, gordinflón y con la característica barba blanca.

Como ven, es más un personaje de leyenda, con distintas maneras de verla, pero generalmente, la forma de acoger este personaje es la misma por casi todos los niños, quienes dejan sus calcetines en diferentes lugares de la casa o en el arbolito de navidad y Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás o como le dicen en algunos países, “el viejo pascuero” llega en su trineo con sus renos, entra por la chimenea o la ventana y deposita en ellos dulces y regalos pequeños, además de los regalos convencionales. Eso sí, los niños nunca lo ven y los adultos tampoco.

T.A.F.




 


El pequeño gorrión.

 El 19 de diciembre de 1915, nació en París, Francia, bajo el nombre de, de Edith Giovanna Gassion, una cantante, que se convirtió en une de mis preferidas, sobre todo desde que oí su canción “La vida en rosa”, me refiero a la famosa: Edith Piaf.  Su padre, Louis Alphonse Gassion, era acróbata, y para celebrar su nacimiento se emborrachó y dejó a su madre, que era cantante ambulante, Annetta Maillard, de origen bereber, quien durante el parto, no consiguió llegar al hospital y Edith nació en plena calle, debajo de una farola frente al número 72 de la calle de Belleville en París

La verdad que Edith Piaf me sedujo desde que escuche “La vie en rose” por allá en los años 70, hoy tengo una buena cantidad de sus canciones en mi P.C y no podía pasar por alto la fecha de su nacimiento, sin compartir con ustedes algunas cosas importantes de su vida.

Annetta, la confía a su madre, Emma, abuela de Edith, quien, era de origen, Marroquí quien, en vez de darle leche con biberón, la alimentaba con vino, con la excusa de que así, “se eliminaban los microbios”.

Después la entrega a su padre, quien estaba a punto de irse al frente en “la Primera Guerra Mundial”, lo que lo lleva a dejar a la niña con su madre, abuela paterna de Edith, dueña de una casa de prostitución, donde la niña fué criada por las prostitutas.

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, su padre regresa del frente de batalla y la lleva a vivir con él y con los artistas de los pequeños circos itinerantes, luego como artista ambulante, independiente y miserable.

Edith, se da a conocer por su excepcional voz, con las canciones populares que canta en las calles, junto a su padre.

Vivían en el barrio bohemio de  Montmartre, en la “Rue Veron N.º 18” en el Hotel Clermont,

Cuando tenía  14 años se separa de su padre, cuando la descubre Louis Lepleé, dueño del Gerny's, un local de mala muerte, de la zona de Place Pigalle. Louis, además de bautizarla con el nombre de la “môme Piaf”, pequeño gorrión, le dio la oportunidad de actuar en su sala. Así, la cantante grabó su primer disco en 1936, “Les Mômes de la cloche”, que se convirtió en un éxito a las pocas semanas de su estreno: había nacido una estrella, una de las cantantes francesas más famosas del siglo XX y una de mis cantantes favoritas.

Te invito a ver el video donde Edith canta "La vie en rosa" en https://youtu.be/2nWSX9xO4h0

T.A.F.

La feminista maldita.

 


A mediados del siglo XIX, existió una mujer, que poseía una inteligencia aguda, era extremadamente disciplinada. Con unas ideas tremendamente claras, que no aceptaban los modelos sociales de su tiempo, ni se ajustaban a los prototipos establecidos para las mujeres de la época. Fue una Luchadora contra las injusticias de género, planteando ideas revolucionarias; reclamó su derecho a vivir su sexualidad y convivió abiertamente con otra mujer.

Helena von Druskowitz nació, el 2 de mayo de 1856 en Hietzing, Viena, dentro de una familia pudiente. Fue, la más pequeña de tres hijos, su padre, falleció cuando ella tenía apenas dos años de edad. A pesar de la trágica pérdida, su madre quedó en una buena situación económica que le permitió vivir holgadamente y proporcionar a sus hijos una buena educación. Helene, pronto distinguió como alumna ejemplar, mostrando sus extraordinarias capacidades intelectuales. Helene con sus altas capacidades, podía estudiar lo que quisiera. Primero se inclinó por la música, ingresando en el conservatorio de Viena donde cursó estudios de piano hasta 1873. Un año después, se marchó a Zúrich con su madre donde entró a la universidad, la cual desde hacía pocos años admitía mujeres. Durante cuatro años estudió varias disciplinas, entre ellas filología y arqueología, para terminar, doctorándose en Filosofía en 1878, con una tesis sobre Lord Byron. Con su título, viajó por varias ciudades de Europa impartiendo conferencias. Tuvo el honor de ser una de las primeras lectoras de “Así habló Zaratustra”, de Nietzsche. El filósofo tenía de ella, una muy buena opinión, llegó a decir, que le parecía "una criatura de alma noble y recta". Sin embargo, cuando Helene criticó la obra, el filósofo cambió de opinión por haber "ofendido a mi hijo Zaratustra con una presumida cháchara literaria". Además de escribir críticas musicales y literarias, Helene von Druskowitz es autora de varios ensayos filosóficos centrados en temáticas como la religión o el feminismo exponiendo su propia visión radical.

En aquella época, empezó a publicar críticas musicales y literarias, la gran mayoría de veces usando un pseudónimo. Hacia 1891, sus excesos con la bebida, unido a la pérdida de su madre y sus hermanos y sus problemas económicos, la llevaron a una situación de decadencia emocional, que terminó también con su relación con Therese. Poco después ingresaba en un psiquiátrico del que ya no saldría. Un internamiento que pareció ser más una cuestión social que médica, como apunta Manuel Pérez Cornejo:

"Los auténticos motivos de su internamiento nunca estuvieron claros, y parece, más bien, que detrás de ellos se encontraba una suerte de reacción de la sociedad ante una persona incómoda que, adelantada a su tiempo, se había atrevido a desafiar las normas morales del momento".

Allí permaneció encerrada, pero continuó con su obra filosófica. Veintisiete años después, el 31 de mayo de 1918, fallecía y con ella se enterraba su obra en un injusto olvido.

T.A.F.



Alicia Alonso.

 


Aunque conocía referencialmente, quien era Alicia Alonso, ignoraba que era parcialmente ciega. Ayer leyendo un articulo sobre las mejores bailarinas de ballet latinoamericanas, me enteré de este hecho, de allí que decidí hacer esta entrada del blog, sobre ella.  

En el mes de octubre de 2019, nos dejó una de las bailarinas más conocidas de la historia, la cubana: Alicia Martínez del Hoyo, conocida internacionalmente como Alicia Alonso, distinguida con el título de “Prima Ballerina Assoluta”, título que sólo tienen, aparte de ella, Yvette Chauvire, Margot Fonteyn, Mathilde Kshessinska, Alicia Markova y Maia Plissetskaya .

Recibió el Premio Nacional de Danza en Cuba, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y también, entre otros premios, el grado de Oficial de la Legión de Honor de Francia.

Nacida en la Habana de padres españoles, a los 9 años inició sus estudios de ballet que continuo posteriormente en Nueva York. Contrajo matrimonio con el bailarín cubano Fernando Alonso, de quien adoptó el apellido Alonso, que la acompañaría al largo de toda su trayectoria artística.

En Nueva York fue contratada en 1940 por el “American Ballet Theatre” y en 1943, por indisposición de Alicia Markova, primera bailarina de la compañía, la reemplazó en el papel de “Giselle” triunfando rotundamente.

En el American Ballet Theatre también trabajó con Michel Fokine, George Balanchine, Léonide Massine, Bronislava Nijinska, Antony Tudor, Jerome Robbins y Agnes de Mille, entre otros.

Con Ígor Yushkévich, formó una de las mejores parejas de baile y juntos participaron en los Ballets Rusos donde fue estrella invitada entre 1955 y 1959.

Fue la primera bailarina occidental en actuar en la entonces Unión Soviética y la primera representante americana en bailar con el Bolshói de Moscú y el Kirov de San Petersburgo.

Posteriormente fue estrella invitada de otros prestigiosos ballets como el Ballet de l’Òpera de París, el Royal Danish Ballet, etc.

En 1948 había fundado en la Habana una academia de danza junto con su marido Fernando y su cuñado Alberto con el nombre de “Ballet Alicia Alonso”.

En 1955 su ballet paso a ser el ballet nacional de su país y cambió su nombre por “Ballet de Cuba” pasando a denominarse a partir de 1959 “Ballet Nacional de Cuba”, donde compaginó las actuaciones, las coreografías, la dirección y tareas pedagógicas.

Principales compañeros de Alicia Alonso

Destacamos cuatro de ellos por el tiempo que estuvieron realizando trabajo interpretativo junto a Alicia Alonso:

  • Igor Youskevitch (1948-1959).
  • Azari Plisetsky (1963-1972)
  • Jorge Esquivel (1970-1986)
  • Orlando Salgado (1971-1995)

La fortaleza de una artista

Alicia Alonso era parcialmente ciega desde los 19 años, pero esto no fue obstáculo para actuar, venciendo las dificultades que le suponía tener una visión defectuosa. Su fuerza de voluntad le ayudó a superar las dificultades apoyada por sus “partenaires” y guiada por las luces del escenario.

Escuela cubana de ballet

Alicia Alonso contribuyó a aunar en Cuba los esfuerzos para promover una “Escuela cubana de ballet”, basada en las cualidades específicas de un pueblo confluente entre América, África, y Europa.

A nivel biomecánico se caracteriza por un dominio sobre todo del busto y de los brazos que hacen más livianos el rigor clásico, acentuando el peso, el aplomo al suelo, la fuerza del impulso y desarrollando una elasticidad muscular extrema.

Esta escuela se basa en el método Vaganova, creado por quizás la mejor profesora de ballet del mismo nombre, cuya academia central está en San Petersburgo.

T.A.F.