Palabrerías sobre cervezas.



Nirvas, cerveza artesanal elaborada por mis sobrinos en Cabudare, Edo Lara

Tuve un compañero de trabajo y amigo, lamentablemente ya falleció que, aunque me llevaba algunos años de ventaja, era sumamente agradable su conversación y uno de sus consejos más frecuentes era “cuando uno llega a viejo hay que ir sustituyendo placeres” y yo simplemente le repetía cada vez, “podré sustituir algunos, pero jamás el placer de una cerveza”, más cuando se degusta acompañada de amigos.
Y cuando se trata de fanáticos de ese néctar hecho a base de agua, lúpulo, cereales y levadura llamado cerveza, encontramos por montones: a los que les da igual la marca, otros que  son fieles a su preferida; los hay que la beben siempre rubia o negra y ahora encontramos muchos que prefieren las artesanales que en estos tiempos han proliferado bastante; el mundo de los cerveceros y las cervezas es extenso, sobre todo en nuestro país, que se encuentra entre los diez más consumidores de cerveza en el mundo y es la cuarta bebida alcohólica más consumida por los Venezolanos.
Y como ahora hay días para todo, desde el año 2007 cada primer viernes del mes de agosto se ha generalizado a nivel mundial, como el Día Internacional de la Cerveza, lo que no me perdono es que me olvidé el día  y  no me tome ni una. 
La cerveza es una de las bebidas alcohólicas que ostenta más mitos y malentendidosY qué mejor cumplido, que aclarar algunas de las afirmaciones y confusiones que nos acompañan en esas conversas que se forman entre “concañeros”, cuando llevamos unas cuantas. A más de uno, le serán conocidas versiones como: “la cerveza cuanto más oscura, más fuerte” o “la mejor forma de disfrutar una “birra”, es cuando está fría, casi congelada”. Desmontar todos estos mitos, y poner en su sitio a esta fiel bebida es cosa difícil, pero vamos a intentarlo y seguro será el tema de discusión en mi próximo encuentro con los “concañeros”.
¿Sera verdad que la cerveza engorda? Esto es lo que hay en una lata de cerveza; Calorías:150, Carbohidratos:11 gr y ½,  Alcohol:5% (15gr), tiene un contenido bajo en carbohidratos y no tiene grasas, ni prácticamente proteínas. La cerveza no alimenta. La mayor parte de las calorías provienen del alcohol y aquí empieza el problema, el alcohol es un tóxico, y es el hígado el encargado de deshacerse de él, a lo largo de varias horas desde el momento en que lo tomas. Pero, seguramente, mientras, cuando esto sucede, tú estás ingiriendo cantidades de carbohidratos y grasa para pasar esas cervezas: pasapalos salados, pizza, papas fritas o pancitos untados de cremitas, etc. 
¿La cerveza entre más fría mejor? Es tradición servir la cerveza bien fría, pero esto no cuenta para todos los tipos de cerveza. De hecho los entendidos dicen que la Pilsen se debe servir entre entre 4º y 6º de temperatura; más fría le hace perder su aroma y sabor.
¿Se descompone cuando se calienta? El único peligro que corre la cerveza es con la exposición a luz es, que algunos compuestos del lúpulo se oxiden provocando que su sabor sea más amargo.
¿Da igual tomársela en botella que en vaso? La botella obstaculiza la salida del gas y que su aroma suba apropiadamente, lo que impide que se disfrute como realmente debería. Además, cada una tiene su tipo de vaso, la Lager se saborea mejor en jarra, ya que la forma del vaso es perfecta para almacenar su naturaleza; mientras que, el vaso alargado es apropiado en cervezas claras con aromas más tenue, ya que las burbujas suben y se pueden apreciar sus matices. ¿Cuándo nos tomamos unas?
T.A.F.


El peligro de la lectura.



Los libros son capaces de hacer muchas cosas por el lector, despiertan emociones, hacen viajar, sugieren comportamientos. También pueden crear conflictos, afianzar ideologías o cambiarlas. 
Finalmente, no dejan indiferente a quien los lee, pueden ser estimulantes, tranquilizantes, irritantes o estupefacientes. Y no es un secreto la capacidad que tenemos al leer, de hacer empatía con alguno de los personajes, de captar sus emociones y de ponernos en su lugar
Amo los libros, sobre todo los que me han ayudado a aceptar pérdidas significativas en mi vida o los que me han sanado de tristezas importantes. Quizás solo son novelas, que se crearon para entretener o para relatar el itinerario particular de alguien, pero que, al leerlas, notas que encajan con tus emociones y te ayudan a superar tristezas o te sanan. Es lo que se llama biblioterapia, o sea, sanar a través de la lectura, existen médicos, que recetan listas de novelas, que son como “medicamentos”.
Sin embargo, no siempre esa empatía es positiva, existen libros considerados como una amenaza para la salud mental.
No minimicemos el “poder” de las obras literarias y toda esta historia de libros peligrosos; empezó,  cuando Goethe, publico “Las penas del Joven Werther-Fieber”, su obra, tuvo una gran influencia en muchos jóvenes de la  época en Europa, imitaban a Werther-Fieber, en la forma de expresarse, comportarse y hasta en el vestir. Llegaron a tal grado de empatía con el protagonista, quien al final de la historia termina suicidándose, que muchos de ellos llegaron a quitarse la vida imitándolo. Alemania, Dinamarca e Italia prohibieron el libro. Hoy en día el efecto imitativo de la conducta suicida se conoce como “Efecto Werther”.
Esa prohibición de cierta lectura es muy antigua, Sócrates opinaba que la mayor parte de la gente no debería leer por su cuenta, ya que podían desatar su confusión y desorientación moral, a menos que el lector fuera aconsejado por un sabio. Platón, en el Fedro, menciona que Sócrates advertía que depender de la palabra escrita podía debilitar la memoria.
Y como siempre, ¡capítulo aparte para la mujer! el dramaturgo griego Menandro, decía que leer podía hacerle daño a las mujeres, porque eran de mente débil y no toleraban las emociones fuertes. “Enseñar a una mujer a leer y escribir”, decía, era tan malo como “alimentar a una serpiente con más veneno” y mientras Jean-Jacques Rousseau por el año 1781, escribía su novela epistolar Julia, "cuando una mujer abre una novela, cualquier novela", y “se atreve a leer solo una página” se convierte en una “joven caída”.  En una de las publicaciones para la mujer más influyentes del siglo XXVIII,  la revista The Lady’s Magazine, indicó en una de sus ediciones, que las novelas eran «poderosos motores con los que el seductor ataca al corazón femenino», en referencia al bestsellers Pamela o la virtud recompensada. El riesgo era que las lectoras se vieran abrumadas por pasiones sexuales libertinas, provocando lo que hoy se conoce como el síndrome de Madame Bovary.
Y no hay que dejar de lado la gran influencia de la religión en la sociedad de la Edad Media, donde los textos que se suponía que amenazaban a la iglesia, eran denunciados como venenosos, destructivos del alma y quemados en hogueras, la lectura no supervisada era considerada herejía. Pocos leían por miedo a ser acusados de herejes.  
No obstante, hoy vemos que, el auge de la literatura Universal ha demostrado que los moralizadores poco pueden lograr, con el gran desarrollo de la literatura Universal y con la gran demanda de textos como medio de aprendizaje y entretenimiento. Leer puede ser una actividad valiente, que posee la facultad de estimular la imaginación, que puede causar crisis emocionales, que pueden ser razones para temer. Pero esas son, justamente, al mismo tiempo, las razones que explican su importancia y desarrollo a lo largo de la historia. ¿Te recuerdas de algún libro que te haya dejado secuelas? ¿Con cuál personaje has logrado empatía?
T.A.F.