Mis amistades y
seguidores del blog, conocen la “relación de intimidad” que tengo con la isla
de Margarita, sus playas de todo tipo, sus espectaculares atardeceres, sus
amaneceres, un sol radiante, arena cálida y obligatoriamente hay que agregar su variada gastronomía…, un aparte especial a la
organización Margarita Gastronómica, por su gran trabajo y actividad
gastro-cultural que ha recorrido cada pueblo de la isla, involucrando en estas
actividades a toda la comunidad: empresarios, instituciones gubernamentales,
tanto profesionales como aficionados de la cocina que, han ido desarrollando y fortaleciendo
la investigación, al mismo tiempo que
han ido documentando todo lo referente a la gastronomía margariteña.
Les doy una noticia
para los que están en la isla, hoy se celebra la 5 Feria de la Fosforera.
Y un dato, resulta que, la primera “nueva cocina venezolana”, nace en Cubagua, en
el Estado Nueva Esparta, donde la codicia de los españoles
por las perlas, hizo que se instalaran en una ranchería que llamaron Nueva
Cádiz, donde aplicaron sus formas de cocinar a los productos encontrados en
esta nueva tierra y en año de 1522, estos conquistadores pasaron con toda esta nueva
riqueza gastronómica a Margarita.
Cada rincón de
Margarita está impregnado de sabores, sus productos del mar, como pescados,
mariscos y crustáceos, las famosas empanadas. Los alimentos provenientes de las
siembras y crías, aunque en menor escala, están presente en los platos
margariteños. La carne de chivo fue la más consumida durante mucho tiempo. El
tomate margariteño es algo representativo de su gastronomía. En
cuanto a la dulcería, las conservas, entre ellas el piñonate,
elaborado teniendo como base la lechosa.
Pero en esta ocasión
me quiero referir, especialmente al ají
dulce margariteño.
El historiador y
cronista del municipio Marcano, autor del libro: Antología
de la cocina margariteña nos certifica que el ají margariteño es
“el condimento por excelencia de la cocina margariteña” y sin duda que así es.
Nos relata el
poeta e historiador Guillermo
de León Calles, que el maestro Luis
Beltrán Prieto Figueroa, quien
cocinaba un extraordinario sancocho de pescado, cuando le preguntaban la receta
decía “ Pónganle bastante ají dulce, que siempre le va a quedar bien, aunque no
le ponga pescado”.
El ají dulce
margariteño se distingue del resto de sus similares venezolanos, por su
fragancia y sabor, le da una sazón particular, que hace muy gustosa las comidas.
Los productores
margariteños coinciden que, toda la semilla sembrada en la isla de esta
variedad de ají, cuando nace, mantiene sus características, pero cuando se plantan en tierra
firme, el ají que sale, conserva el color y la forma, pero cambia absolutamente de gusto y de fragancia.
Una de las peculiaridades
de los ajíes margariteños son su variedad de formas y sus colores brillantes.
Por las características tan especiales y particulares de esta variedad de ají, el
pueblo margariteño impulsa la propuesta de convertirlo en el próximo producto
agrícola venezolano de Denominación de Origen Controlado, tal como sucede con el
Cacao de Chuao, el Cocuy de Penca y el Ron de Venezuela. ¡¡¡Es
obligado, cuando se visita la isla, no perder la oportunidad de comprarlo,
siempre lo encontraran camino a las playas!!!