¿Para qué sirve el DRM?


Entre mis recuerdos más permanentes de mi niñez, es ver a mi papá leyendo en una cómoda poltrona en su biblioteca, su orgullo, allí las cuatro paredes estaban llenas de estantes con libros. Mi padre además de ser un adicto a la lectura fue un bibliófilo, le encantaban los libros antiguos y “raros”. Quizás sea por esa imagen que perdura en mí, que nada tiene que ver con heredar el hábito de la lectura, que cuando abro un libro y me sumerjo en una buena historia literaria es uno de esos placeres tan delicioso que me resulta indescriptible.
Como les decía en una de las entradas de este blog, que hoy en día, gracias a la internet podemos seguir leyendo, pues los libros impresos son muy costosos. Hoy los ebooks y las bibliotecas Digitales son una realidad que, ha llegado para permanecer en la industria literaria. Sin embargo, su llegada, a pesar de que ha significado una gran ventaja para aquellos que quieren publicar y la facilita leer “libros” a bajo costos, también provocó algunos problemas; como evitar la “piratería”, porque  si alguien descarga ilegalmente el contenido de un ebook y no paga por ello o se lucra, está cometiendo un delito. Los autores y las editoriales han tenido que adaptarse a este hecho. ¿Qué pasa con los derechos de autor en estos casos?, un “libro” puede difundirse en un archivo PDF y se convierte en un caso de piratería, con todas sus consecuencias, si esto se hace sin una descarga legal.  ¿Para qué pagar por la descarga de un libro, si se puede conseguir gratis y además compartirlo en formatos de Word o PDF? Nos acostumbramos que todo lo que descargamos es gratis.
Para tratar de evitar toda esta situación se creó el DRM (Digital Rights Management), un sistema de seguridad que busca proteger los derechos de autor y el negocio de las editoras. Esta tecnología impide a quien pagó por la descarga legal del libro copiarlo o compartirlo en un formato como PDF. Y va más allá, las editoras pueden controlar, no sólo quién lo lee, sino también, en qué dispositivo lo hace. Si una persona descarga legalmente el archivo y lo comparte con un amigo, este, si intenta leerlo, simplemente no podría. El DRM no legitima el uso de ese archivo en otro dispositivo que no sea en el que se descargó legalmente. Y sin entrar en la polémica. No quiero tomar parte entre los que están de acuerdo o no con el DRM, simplemente que se conozca. Pero si me llamó  la atención, una noticia muy difundida en las redes la semana pasada y que motivo esta entrada: La tienda electrónica Microsoft Books cerraba, y como consecuencia, ningún usuario  podrá volver a leer sus libros a partir de julio de 2019.
¿Qué tiene que ver esto con el DRM?  Simplemente, significa que, los usuarios quienes pagaron por descargar “libros” de Microsoft Books, no podrán acceder a la copia virtual de sus libros porque la plataforma que los sostiene, cierra. No hay forma de transferirlos a ningún otro dominio, sistema o formato, lo grave es que esto puede pasar con cualquiera de las muchas editoriales de libros digitales o sea sus usuarios quedan totalmente indefensos.
Les cuento que, la Biblioteca de mi papa fue donada al Sr. Alexis Bolívar, cronista de la ciudad de Araure.  ¡Se imaginan si hubiera sido una biblioteca Digitales, “protegida” con DRM! Simplemente no se hubiese podido donar.
T.A.F.