Cada año cuando llega el 25 de noviembre las
redes se llenan de escritos y noticias, sobre la conmemoración de “El Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, es una fecha para denunciar la
violencia ejercida por los hombres hacia las mujeres, reclamar políticas y
tomar acciones, para su erradicación.
Esta celebración fue iniciada por el
movimiento feminista latinoamericano en el año 1981, en recuerdo a la fecha en que
fueron asesinadas en 1960 las tres hermanas Mirabal, en
República Dominicana. Ya en otra entrada del blog “Día Naranja” escribí sobre este día.
Pero en esta ocasión me voy a referir a lo insólito que
significa que, después de casi 40 años, tengamos que seguir conmemorando una
fecha por ese motivo … como quisiera que esa realidad formara parte de la
historia y que la recordáramos, así como recordamos que alguna vez existieron
los dinosaurios, hace miles de años. Pero, desgraciadamente, no es asi, las
noticias al respecto, siguen llenas de cifras, señalándonos como este terror
sigue a pesar de todos los esfuerzos; la violencia sigue
allí y en aumento.
Violencia de todo tipo:
Psicológica, acoso u hostigamiento, amenazas, violencia física, prostitución
forzada, violencia sexual, acoso sexual, violencia mediática, trata de mujeres
y niñas, feminicidio y pare de contar.
No sé ni cómo, pero parece
que nos acostumbramos a que esta violencia sea una manera común de relacionarse
los hombres con las mujeres. Buscando las cifras desde cuando se empezó a
conmemorar este día en el año 1981, 60% de las mujeres en todo el mundo habían
vivido por lo menos una vez en su vida violencia física, hoy esta cifra llega
al 70%. Aun, muchas mujeres que van a denunciar la violencia y les siguen
diciendo “que seguramente era que había provocado a su pareja”.
Los actos de violencia a la
mujer, causan más muertes al año que el cáncer, en un informe de la Oficina
de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito revela
que a nivel mundial, de todas las mujeres que perdieron la vida en homicidios o
sea asesinatos intencionales, 58% de los
crímenes fueron cometidos por sus esposos, novios y familiares, lo que indica
que el lugar más peligroso para las mujeres, es su mismo hogar.
El mejor aliado de la
violencia hacia la mujer es el silencio, cada vez que alguna vive un abuso y no
denuncia, cada vez que la sociedad lo ampara en la defensa de tradiciones machistas.
Creo que hay que “gritar”
fuerte, no dejar pasar este día sin manifestarse, internet se ha convertido en
un espacio de denuncia y de construcción de conciencia, los invitos a
expresarse al respecto, utilicen las redes, porque la violencia contra la mujer
es problema de todos. Y espero que este deseo anhelado por muchas mujeres y
hombres, de acabar con esta violencia, se haga realidad. Y que, en un futuro
no muy distante, esta fecha sea un día más y no una jornada que nos recuerde
que la violencia contra la mujer sigue existiendo.
T.A.F.