El Guayoyo.


La idea de esta entrada, me rondaba la cabeza desde hace unas tres semanas, pues ya he escrito un par de entradas sobre el tema del café y no quería redundar en ello.
Sin embargo, le confieso, que esa idea me surgió,  desde que una amiga me envió un pequeño, pero hermoso libro en PDF, sobre cómo preparar un café guayoyo, tema que no había tocado en ese par de entradas, además les insisto, el café para mi es una necesidad habitual, por lo menos tres tazas diarias; me gusta el expresso, pero por las circunstancias, también he aprendido a disfrutar de un buen guayoyo, un café negro, muy diluido, aguado, con preparación muy particular y además, es la forma más habitual de tomar café en nuestro país.
El libro en PDF, al que me refiero, es de la barista  Mariam Carvajal, como un homenaje al guayoyo, a una de las tradiciones venezolanas, desde occidente hasta el oriente y del norte al sur del país se toma ese coladito, sobre todo en los llanos que lo preparan de madrugada antes de comenzar la faena.
El guayoyo, es un café con denominación de origen y es la manera autóctona en que este país se toma el café.
Mariam, en las páginas de su pequeño libro, nos va dando las recomendaciones elementales para hacer un buen guayoyo y cómo evitar los errores que más comunes, permitiendo mejorar cada taza del popular guayoyo.  
Es un libro, que está escrito, con gran sencillez de lenguaje, basado en su experiencia, sin grandes tecnicismos, que cualquier persona si sigue al pie de la letra las instrucciones y las pone en práctica, puede preparar un café guayoyo como un experto.       
La barista Mariam, además nos comparte en su libro las razones por lo cual es preferible disfrutar un guayoyo: cada vez que preparas un café en “manga” estas dejando de usar un filtro de papel y el ambiente te lo agradece, los instrumentos para su preparación son muy fáciles de trasladar, no corren riesgo de que se quiebren, cuando el agua caliente entra en contacto con el café empieza a desprender aromas verdaderamente agradables, una razón muy poderosa para preferir un guayoyo es que cada vez que lo hacemos estamos contribuyendo a mantener nuestras costumbres, es el método más barato y sencillo de preparar un café lo que lo hace tener un bajo costo y por último no necesita químicos costosos para el mantenimiento de los utensilios con que se prepara, únicamente se necesita agua caliente.
Desde que aprendí, a preparar un guayoyo siguiendo las instrucciones de Mariam, no tomo el café de otra manera, razón por el cual he querido compartir con ustedes ese pequeño ebook “Potencia tu guayoyo”, que aquí les dejo el link, el cual les recomiendo bajarlo y guardarlo, es un pequeño libro muy bien acabado, con muchas ilustraciones y muy fácil de seguir. ¡Bájenlo no se arrepentirán!
T.A.F.
 

Elogio al tedio.

En la era contemporánea, en una sociedad híper interconectada, no existe un adjetivo más despectivo que el de ¡Aburrido!
No estamos preparados ni acondicionados a convivir con el aburrimiento, este no está bien visto, se deduce, que si nos aburrimos de no hacer algo es que no somos productivos o aplicados ya que aburrirse significa vaguear, perder el tiempo.
La inmensa cantidad de estímulos que se promueven y se producen en una sociedad digitalizada, crea la sensación, que estamos obligados a estar constantemente respondiendo a ellos. Nos convertimos en una especie de autómatas, partícipes de un espectáculo, sin ser sus creadores.
Ya cumplimos tres meses del inicio del encierro, la semana pasada leí una frase de Bertand Russell , un famoso pacifista amante de la tranquilidad “Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor”.
¿Será que el aburrimiento, no es tan negativo como lo señalan? o ¿será que no hemos aprendido a aburrirnos? o ¿quizás el aburrirse implica que tenemos tiempo y que podemos aprovecharlo dedicando esos momentos a nosotros mismos?, porque, aunque sea necesario tener cosas por hacer y asumir responsabilidades, a veces el aburrirse es primordial para desconectarse.  
Si de algo nos ha servido este aislamiento es para estar al tanto, que detenernos de pronto y olvidar por instantes todo estímulo externo, y centrarnos, nos puede ayudar a mirar las cosas de otra manera y reivindicar el silencio.
La sociedad contemporánea, no concibe el aburrimiento, está condicionada a todo por evitar que las personas aprendan a aburrirse y está dispuesta a cualquier acción para lograrlo, “Hay algo dulce y sosegador, y sobre todo sabio, en eso que los hombres del mundo llaman aburrirse”, decía Miguel de Unamuno. Es necesario de vez en cuando sentirse aburrido, pero que éste, no se nos convierta en nuestra rutina o prolongarlo en el tiempo porque puede ser negativo.
Recuerdo que apenas comenzó la cuarentena, empecé a informarme sobre el alcance y las consecuencias de estar encerrado, pero a pocas horas del estado de alarma, las redes sociales y los medios, se llenaron de consejos para no aburrirse y uno de ellos, que me pareció un disparate, era ponerse a llamar en forma aleatoria, todos los contactos registrados en el celular. De allí siguieron la cantidad de grupos de WhatsApp, donde las conversaciones acumulaban cientos de mensajes en pocas horas, las innumerables recetas de cocina, los consejos para soportar la familia durante la cuarentena, la interacción social estalló: haz ejercicio, lee todo lo que puedas, ponte activa, llena tu día con actividades caseras y haz lo posible por no aburrirte ya que si lo haces no estarás aprovechando el tiempo. Todo encaminado a que no te aburrieras. Y como decía el filósofo, filólogo y teólogo holandés Erasmo de Rotterdam “El que conoce el arte de vivir consigo, ignora el aburrimiento”.
T.A.F. 

Pescado Frito.


Si no estuviera la cuarentena, ya para esta fecha, estaría contando los días faltantes para viajar a mi destino favorito, la Isla de Margarita, pero bueno, no me queda otra que tener paciencia y desear el pronto regreso a la “nueva normalidad”, como se lee y se oye en las noticias y en las redes sociales.
Uno de los pequeños placeres de viajar a la isla, es poder acercarse a cualquier muelle y comprar pescado fresco o visitar el mercado del pescado en porlamar y darse gusto escogiendo entre la gran variedad de pescado que allí venden y mientras se compra, comerse un par de empanadas de cazón. 
En una de esas visitas al mercado, estaba haciendo cola esperando para que me atendieran, no pude evitar oír la conversación entre dos veteranas margariteñas de cómo preparar el pescado frito, por tratarse de uno de los platos que más disfruto en la isla, me metí en la conversación, no para opinar sino para preguntar, fue tanta la información que aún conservo los “tip” que tomé y acudo a ellos cada vez que hago pescado frito.
El pescado debe estar cubierto, si va a ir frito, para proteger su carne delicada. Las mejores coberturas son el empanado y el rebozado. Si son pequeños trozos de pescado que se vayan a freír, basta con pasarlos antes por harina .
Yo llegué a la conclusión que, lo difícil no está en el pescado, ni que sea frito, sino, cómo se fríe. Por eso he querido compartir con ustedes esos “tip”.
Existen una gran variedad de pescados para freír y cualquiera que se elija, debe ser fresco. Si se usa pescado congelado debe descongelarse completamente, se debe secar bien con papel absorbente o un paño limpio, debes abrirle surcos con un cuchillo, lo rebozamos y lo colocamos, no más de 15 minutos antes de freírlo, en la nevera. Es mejor freírlo por tandas, dejando suficiente espacio para darle vueltas. Si es necesario, reducimos el fuego, si este se calienta demasiado y empieza a humear. Una vez frito, sacamos el pescado sacudiéndolo ligeramente y lo colocamos sobre una bandeja o un plato grande, cubriéndolo con papel absorbente para que escurra el aceite sobrante. Se puede conservar el pescado frito caliente en el horno a temperatura muy baja, pero sin taparlo para que siga crujiente y seco. Lo mejor es servirlo enseguida.
Para servirlo, en Margarita, acostumbran acompañarlo con variedad de ensaladas, papas fritas, tostones, aguacate, arroz o una mayonesa condimentada, usted escoge el entorno, eso sí, nunca deja de llevar las rodajas de limón. 
Para comérselo, creo que hay que seguir el relato del párrafo, de la novela del escritor catalán Josep Pla: “Un viaje frustrado. Contrabando”. Relato, que me recordó a un margariteño comiendo pescado frito.
“Coge la cabeza del pescado con los dedos de una mano y la cola con los dedos de la otra, y lo come como si tocara la ocarina…, devora por aspiración, sorbiendo. La espina sale dibujada y limpia. Los espectáculos de avidez se hermanan muy bien con esta mar antigua. En esta mar hay rincones en los que parece percibirse el aire de las hecatombes homéricas. Yo me como las sardinas –modestia aparte- de una manera más académica: sobre el pan, pero no con los dedos”. Y…Bon Appétit.
T.A.F.

Téano de Crotona.


En días pasados conversando por teléfono con una amiga, me recomendaba un libro de Marta Sofía, titulado Ágora, sobre la vida de Hipatia, lo conseguí en pdf, la mujer más conocida en los textos, como la primera matemática, miembro y cabeza de la Escuela neoplatónica de Alejandría a comienzos del siglo V, sin embargo, como ya conozco como se oculta o se tergiversa la realidad histórica, sobre todo cuando se trata de la mujer, investigué con la ayuda de mi “amigo” google, sobre este hecho y me encuentro que mucho antes de Hipatia, ya habían existido algunas mujeres con obras sobre matemáticas y astrología, también muy importante.
La antigua Grecia es la cuna del conocimiento occidental, la lista es larga de pensadores, científicos y matemáticos, que colocaron la plataforma de la cultura de occidente. Sin embargo, son muy pocas las mujeres, que aparecen en esta lista. Pero dentro de este pequeño grupo de mujeres, es un deber incluir a Téano de Crotona, quien nace en el año 546 a. C. en Crotona, situada en la Magna Grecia, el actual sur de Italia, una mujer brillante que ha permanecido escondida en la historia.
Perteneció al círculo Pitágoras, debido a que fue el primer científico, en reconocer que las mujeres pueden aprender y desarrollar su propio pensamiento. En esa época, la mujer estaba marginada de las actividades científicas. Por lo tanto, conocer con precisión quién fue esta pensadora de la antigüedad y cuáles fueron sus contribuciones se ha hecho difícil, no sólo por la escasez de evidencia de su época, sino porque vivió en un tiempo en el que las mujeres prácticamente no tenían ningún protagonismo fuera del hogar. De hecho, era mal visto que las mujeres hablaran en público.
En la escuela de Pitágoras se estudiaba con misticismo y total libertad de pensamiento, además no existía ningún tipo de restricción de género para poder pertenecer a ella. Este hecho era original, pues muchos de los matemáticos, astrónomos o científicos importantes de la historia no aceptaban a las mujeres en sus escuelas y además Pitágoras defendía la estricta selección de sus alumnos, ya que decía, que el saber en “malas manos” podía ser peligroso. Era una escuela excepcional. 
"La escuela de Pitágoras fue muy revolucionaria porque si se mira la percepción de los grandes filósofos griegos, a la mujer no se le da un papel relevante” y "Para que Téano haya trascendido es porque tenía que ser una persona de una relevancia extraordinaria"."Para Aristóteles la mujer era un hombre mal hecho, un hombre con deficiencias". Frases de Manuel de León Rodríguez
Su juventud y su inteligencia no pasaron inadvertido para Pitágoras que se enamoró y se casó con ella a pesar de ser éste treinta años mayor, tuvieron una hija y dos hijos. Pese a su maternidad, Téano no dejó la escuela pitagórica, además se dedicó al estudio de la cosmología, el trabajo de tratados de matemáticas, la física y la medicina.
Se dice que un discípulo de Pitágoras, le preguntó por la edad de Téano. Pitágoras le responde Téano es perfecta y su edad es un número perfecto”, “La edad de Téano, además de ser un número perfecto, es el número de sus extremidades multiplicado por el número de sus admiradores que es un número primo”.
Los invito a que traten de indagar y conocer más sobre la obra de esta fascinante mujer, pues aquí tendría que extenderme mucho.
T.A.F