Sobre el 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer”, aunque en una entrada anterior me referí a este hecho, quizás haya mucho que decir aun, pero, reflexionando en torno a pensadoras, valiosas mujeres, que han irrumpido en la historia, la primera que me viene a la mente es Simone de Beauvoir, y su libro “El segundo sexo”, ahi se los dejo en P.D.F, uno de los textos fundamentales del feminismo moderno. Hace algunos años tuve la oportunidad de leerlo y se me “removió” el interés por saber quien fue Christine de Pizan, a la cual, Simone, se refería como “la primera mujer que toma su pluma en defensa de su sexo”. Con la llegada de Google, pude satisfacer esa curiosidad. El hecho al cual se refería Simone, sucedió en la Francia del siglo XV. ¡Se imaginan una feminista en ese siglo!,
Esa primera feminista de finales de la edad media, llamada Christine de Pizan, fue una escritors, que defendía ideas tan “revolucionarias” como que la inferioridad femenina en realidad no era natural, como la creencia generalizada de la época. "Si fuera habitual mandar a las niñas a la escuela y enseñarles las ciencias con método, como se hace con los niños, aprenderían y entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan bien como los hombres", escribía Christine de Pizan
Christine, nació en Venecia en 1364, su padre era un gran intelectual, canciller y profesor de la Universidad de Bolonia, debido a su gran prestigio fue llamado a la Corte de Carlos V de Valois, rey de Francia. Siempre apoyo la formación de su hija en contra de la opinión de la madre de Christine, que prefería instruirla en oficios del hogar. Christine llegó a dominar varios idiomas: Italiano, Latín, Francés, el escogido para escribir sus libros. Además tuvo siempre a su disposición los libros del archivo real de Carlos V, también, Christine contó en la corte con tutores privados y siempre estuvo rodeada de un ambiente culto, lleno de conocimiento.
Se casa a los 15 años, con el secretario y notario de la corte Real, llamado Étienne du Castel, quien apoya la formación de su inteligente esposa.
Su vida se ve convulsionada primero por la muerte de su padre y al poco tiempo muere su esposo como consecuencia de la peste, casi al mismo tiempo muere tambien Carlos V.
Christine, viuda a los 25 años, se ve obligada a mantener a sus tres hijos, a su madre y a una sobrina, además, fue objeto de una disputa con los herederos del esposo donde pierde parte de su patrimonio. Para poder mantener esta carga económica, decide escribir, aprovechando su gran bagaje intelectual. A pesar de las dificultades, sobre todo por su condición de mujer escritora, con su insistencia logró, publicar sus poemas, canciones y baladas lo que le permitió mantener a su familia con su trabajo de escritora profesional. Fue una literata prolífera y apoyada por muchos nobles medievales, como los duques de Borgoña, el rey Carlos VI su esposa Isabel de Baviera. Pizan dedicó su obra "Libro de las Tres Virtudes" a la francesa Margarita de Borgoña, después de su matrimonio con Luis de Valois, duque de Guyena.
Pero sin dudas su obra mas conocida es “El Libro de la Ciudad de las Damas”, por su posición positiva hacia el papel de las mujeres en la sociedad, fue publicado en el 1405.
Christine escribió sin interrupción durante muchos años. Pero la situación política cambio drásticamente. Enrique V de Inglaterra invadió Francia y Christine decidió abandonar Paris y se retiró entonces al monasterio de Poissy. Allí, en 1430, Christine, produciría su ultima obra, “Dechado sobre Juana de Arco” en la que se alaba el valor y las cualidades de la heroína que personifica a la mujer que tanto había defendido.
Christine murió ese mismo año y sus escritos quedaron en el olvido. No fue hasta el siglo XX, cuando el feminismo la reivindicó, como una de sus mujeres precursoras y salieron a la luz sus obras.
T.A.F.