Las abuelas de hoy en los años 60.

 

Esta entrada se la dedico a mi nieta Martina y a todas mis amigas contemporáneas con nietos y nietas preguntones. Todo empezó cuando Martina me dijo “abuela cuando tú eras joven, no existía internet, ni celulares ni las redes y tú me has dicho que la televisión no era en colores y solo había tres canales. ¿Cómo se divertían?  En ese instante le respondí a la ligera. Desde ese momento empezaron a llegar los recuerdos de los “maravillosos” años 60.

Si, Martina, nos divertíamos y mucho a pesar que no teníamos la extraordinaria tecnología de ahora.

Cuando íbamos a una fiesta no estábamos pendiente del celular, sino que bailábamos y bebíamos “guarapita” y estábamos pendiente de cambiar los discos de acetato, y escogíamos entre Chubby Chequer, los Beatles, Janis Joplin y Rolling Stones y si sabíamos que íbamos a bailar con el muchacho que nos gustaba, poníamos un “mosaico” de Billo.

Imagínate, escogiendo el atuendo para la fiesta, pues, fue la era de la liberación, sobre todo de nosotras las mujeres. En primer lugar, escoger la prenda de vestir que definió la moda de los 60: la minifalda, yo la usaba extendiendo la mano y que el dedo índice me tocara la pierna  o sea como unos ocho dedos encima de la rodilla, había unas amigas más osadas que las usaban más cortas, por supuestos todas conocíamos a Mary Quant, la británica, creadora de la minifalda, “influencer”, pero no en la redes ni en la web, sino que había que verla en la prensa escrita o el espacio de las noticias internacionales de los noticieros televisivos  o esperar que llegaran las revistas, semanales o quincenales, junto con ella nos llegó también de Inglaterra la influencia del movimiento YouthQuake, haciendo referencia a “un cambio cultural, social significativo surgido de las acciones o influencia de los jóvenes”         

Pero hubo muchos cambios en la forma de vestir en los 60, no solo fue la “mini” sino que fue una década muy prolífera, como no nombrar los famosos “Hot-Pant”, los pantalones calientes, que causaron furor

Pero se usaron muchos tipos de prendas de vestir: camisas de vestir con un efecto teñido, azul marino anudada a la cintura y un pantalón “Capri”, era chic. Sandalias de tacón de cuero era la opción que completaba el atuendo.

No teníamos muchos problemas, por lo accesorios, usábamos bisutería de plástico, vinilo y de colores llamativos o sea “pop”, como le decíamos, brazaletes gruesos y pañuelitos de colores, amarrados en cualquier parte del cuerpo. Recuerdo una vez que salió Henry Stephen, en la televisión con un pañuelo amarrado en la rodilla sobre el pantalón, cuál no sería mi sorpresa que cuando salgo a la calle encuentro muchos chamos, los “pavos” de mi época, con el pañuelito amarrado en la rodilla encima del pantalón.

En los últimos años de los 60, apareció un movimiento anti-moda, la moda hippie, los pantalones campanas o “pata de elefante”, los jeans gastados, con decoración de parches, bordados y pintados, franelas psicodélicas. Cualquiera podía decir lo que “funcionaba”, cualquier combinación de colores, aunque pareciera exagerado, se podía usar. La ropa era de proporciones extremas. Sombreros grandes y caídos, fofos, los chalecos colgaban hasta la rodilla y los abrigos hasta el suelo y lo peor era que ese tipo de vestimenta se usó aquí en pleno trópico. ¡Te fijas, que no había tiempo para aburrirse!

T.A.F.