Se fue el año viejo, celebremos las cosas buenas que nos sucedieron y laos acontesimientos deficiles, que solo sea un mal que nos ayudó a crecer y ser más fuertes. Bridemos por un nuevo año cargado de bienestar y salud para todos.
Desde que tengo uso de razón me enseñaron que el sol sale por el este y se pone por el oeste. No obstante, esto solo pasa dos días al año, cuando empieza el otoño y la primavera, pues el día y la noche duran exactamente lo mismo, esos días son lo que se conocen como los equinoccios. De igual forma aprendí que el año empieza el 1 de enero y termina el 31 de diciembre, justo lo que tarda la tierra en darle la vuelta al sol. Ahora, ¿Quién decidió como se estructuraban todo esto? En la actualidad casi todo el mundo se rige por el calendario gregoriano, sistema para medir el tiempo, pero, no siempre fue de este modo, este calendario se originó en Europa y fue impuesto por el papa Gregorio XIII en 1582, sustituyendo al calendario juliano, introducido desde el año 46 a.C, por Julio Cesar.
Sin embargo, los primeros en elaborar un calendario fueron los sacerdotes del imperio egipcio, quienes registraban cuidadosamente el nivel de las aguas del rio Nilo, que median con los nilómetros. El momento de la siembra o de la cosecha dependía de ello y tras años de observación se dieron cuenta que cada 365 días el ciclo se repetía
Este calendario gregoriano, del que hablamos, es el que más se utiliza, hoy en día, a nivel mundial. Es un calendario solar basado en un año común de 365 días dividido en 12 meses de duraciones irregulares, 11 de los meses tienen 30 o 31 días, mientras que el segundo mes del año, febrero, tiene solo 28 días durante el año común. Y cada cuatro años se le agrega un día más a este mes y se llama año bisiesto, lo que hace que el año en el calendario gregoriano tenga 366 días.
Los días del año en el calendario gregoriano se dividen en semanas de 7 días, en el estándar internacional la semana empieza el día lunes. Sin embargo, hay países como EEUU y Canadá donde cuentan el domingo como el primer día de la semana.
Esta implantación del calendario gregoriano, se origina en la necesidad de poner en práctica uno de los acuerdos del Concilio de Trento: ajustar el calendario para eliminar el desfase que se produjo a partir del primer Concilio de Nicea, en el que se había fijado el momento astral, que debía celebrarse la Pascua y en relación con esta , las demás fiestas religiosas móviles.
Lo importante, entonces, era la regularidad del calendario litúrgico, para lo cual, era preciso introducir determinadas correcciones en el civil. En el fondo, se trataba de adecuar el calendario civil al año trópico.
En el Concilio de Nicea se determinó que la Pascua debía conmemorarse el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera en el hemisferio norte y equinoccio de otoño en el hemisferio sur. Aquel año 325, el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo, pero con el paso del tiempo la fecha del acontecimiento se había ido adelantando hasta el punto, que, en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinoccio se fechó el 11 de marzo.
En la biblia se especifica que Jesús murió en el mes judío de primavera. Así el papa decidió, también, fijar el equinoccio, el 21 de marzo para celebrar la pascua en primavera.
T.A.F.