Las vestales.

 


Esta semana vi una película sobre la antigua Roma, resulta que tenía mucho tiempo que no veía los soldados romanos en acción, ni su vestimenta, ni sus dioses, en esta película nombraron, muy ligeramente, a unas mujeres llamadas las vestales, de las cuales no había oído hablar, lo cual acrecentó mi curiosidad y de inmediato apelé a mi “amigo” Google.

Vesta era la diosa del hogar, tenía su templo en el Foro Romano lo cual representaba una excepción en el mundo de los sacerdotes en Roma, ya que ese espacio, pertenecía a los hombres.

Las vestales, adoradoras sagradas tenían la misión de rendir culto a la diosa Vesta y proteger la sagrada llama, la cual se encontraba dentro del Templo de Vesta y que las Vestales debían mantenerla siempre encendida, como muestra de que los dioses continuaban viviendo en Roma, como la ciudad elegida y que Vesta seguía protegiendo a los romanos

Las Vestales eran seleccionaban siendo niñas y debían permanecer vírgenes durante el tiempo, al servicio de Vesta, 30 años obligatoriamente,

El requerimiento de mantenerse virgen, nace en los tiempos de los primeros pobladores de Roma, cuando a las jóvenes solteras, antes de formar una familia y el compromiso de los quehaceres del hogar, se les encargaban la tarea de vigilar el fuego sagrado.

En la antigua Roma la importancia de las Vestales era enorme, eran consideradas fundamentales para la continuidad y seguridad de Roma, razón por la cual se creó una Casa de las Vestales.

Según los historiadores, el creador de las Vestales fue Numa Pompilio, segundo emperador romano y Máximo Pontífice.

Las Vestales las elegía el Máximo Pontífice, entre niñas de seis y diez años, debían ser: hermosas, vírgenes y de padre y madre reconocidos.

Se elegían, escogiendo las aspirantes, metiendo luego unas tablillas con sus nombres en un recipiente y el Máximo Pontífice sacaba una tablilla con el nombre de la elegida, para ser Vestal. Inicialmente, eran dos, después en tiempos de Plutarco, eran cuatro y posteriormente, al ofrecer su participación en la vida pública su número ascendió a seis.

Una vez que era seleccionada la candidata, se le separaba de la familia y llevada al templo, donde empezaba la ceremonia de admisión, la cual consistía en:

-Cortarle el cabello

-Suspenderla de un árbol, sin que tocase el suelo, como muestra de la ruptura e independencia con su familia.

-Vestirla de Vestal, con un velo en la cabeza y la entrega de una lámpara encendida.

La vestimenta era un distintivo muy importante, las identificaba, reflejando su elevado rango dentro de la sociedad romana, para lo cual utilizaban túnicas de lino blanco adornadas con una línea púrpura.

Inmediatamente iniciaban el aprendizaje, en la Casa de las Vestales, aprendían a leer, a conocer los nombres de los dioses y sus potestades, la forma de realizar los ritos, la compostura en los actos públicos y por supuesto a mantener el fuego sagrado.

El servicio como vestal duraba treinta años, diez de los cuales estaban dedicados al aprendizaje, diez al servicio propiamente dicho y diez a la instrucción.

Transcurridos estos años podían casarse si lo deseaban, aunque casi siempre las vestales retiradas decidían permanecer célibes en el templo.

T.A.F.