Naomi, la remachadora.

 


Es difícil encontrar una persona en esta época que no haya visto alguna vez la imagen que acompaña esta entrada, sin embargo, existe la idea generalizada, por lo menos era lo que yo creía, que se trataba de una imagen que representaba a la mujer que se encargaba del trabajo de los hombres mientras estos se marchaban a la guerra.

No obstante, es la leyenda de un cartel que jamás pretendió hacerles un llamado a las mujeres a ocupar los trabajos en las fabricas de los soldados que estaban movilizándose al frente durante la segunda guerra mundial, era un cartel que no se había creado como un instrumento de propaganda por el Ejército, ni para reivindicar el papel de la mujer, ni contra el ausentismo laboral.

Pero, como dicho cartel apareció, sin ninguna explicación, fue de libre interpretación y el significado tuvo muchas matices y significados, esa imagen cuyo único propósito era el de animar a las mujeres que laboraban en la fábrica Westinghouse, trabajasen más, se convirtiera con el tiempo en un afiche de la lucha por la soberanía femenina.

De hecho, este cartel tan extraordinario fue diseñado por el artista J. Howard Miller en 1943 y solo fue de uso interno en las fábricas que tenían en Pensilvania y el Medio Oeste.

La fábrica Westinghouse, durante la segunda guerra mundial, jugó un papel muy importante en el sector de la aviación, logrando sobresalientes contratos con el Ejercito: el radar aerotransportado, ya antes habían instalado el radar fijo para el Ejército.

La compañía logra varios contratos con el Ejército para la fabricación de motores de reacción y los sotocascos de fibra de coco para los cascos “M1” usados por los soldados norteamericanos. También se encargó de la instalación de la iluminación de todos los aeropuertos.

En estas circunstancias nace el famoso cartel de J. Howard Miller, basado en la imagen de Naomi Parker Fraley, el cual resultará un símbolo patriótico para todas la las mujeres estadounidenses que trabajaron en la industria armamentística, en la ausencia de los hombres que luchaban en el frente y que luego, estas mujeres, se transformarían en un ícono de la emancipación femenina por la ocupación en puestos de trabajo que hasta el momento solo eran ejercidos exclusivamente por hombres.

Durante mucho tiempo, la modelo de la imagen fue considerada Geraldine Hoff Doyle, una obrera de Míchigan, Naomi Parker por lo tanto no disfrutó de la celebridad del cartel.

No fue sino hasta el año, 2011, cuando James J. Kimble, profesor de la Universidad Seton Hall, identificó y demostró, después de una larga investigación a la verdadera modelo del célebre cartel. Naomi y su hermana trabajaban en una fábrica de Westinghouse en Alameda, California y allí debieron realizar la foto, para el cartel.

Kimble encontró y entrevistó en febrero de 2015, a Naomi Parker, entonces de 93 años.

Naomi era la tercera de ocho hermanos y luego del ataque de Japón a Pearl Harbor en 1941, decidió entrar a trabajar a la estación área de Alameda, California. Ver a una joven de veinte años remachando alas de aviones no era una situación extraña durante la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas mujeres tuvieron que entrar al mundo laboral mientras los hombres peleaban en el frente. Naomi murió a los 96 años de edad.

T.A.F.


 

El espíritu de la navidad.

 


Para los católicos, tiene como fecha de referencia para la celebración de la navidad, el nacimiento de Jesús, pero la verdad es que en la tradición Celta ya se celebraba el “Espíritu de la Navidad”, en concreto el 21 de diciembre. Esta fecha era coincidente con el comienzo del solsticio de invierno, que corresponde al momento en que la posición del Sol en el cielo, se encuentra a la mayor distancia angular negativa con respecto al ecuador celeste.

Dependiendo de la correspondencia con el calendario, el evento del solsticio de invierno tiene lugar entre el 21 y el 22 de diciembre todos los años, en el caso del hemisferio norte, y entre el 20 y el 21 de junio, en el caso del hemisferio sur.

El significado o interpretación de este evento ha variado en las distintas culturas del mundo, pero en la mayoría de ellas es reconocido como una etapa de renovación y renacimiento, que conlleva: festivales, ferias, reuniones y otras celebraciones.

Las leyendas de Los Celtas, cuentan que un individuo muy bondadoso, procedente de tierras muy lejanas, llegó por estas fechas.

Este ser era, según los celtas, el “Espíritu de la Navidad” el cual era capaz de entrar a los hogares de las personas de buen corazón para concederles cualquier tipo de deseo.

Esta leyenda se ha ido transformando poco a poco, al pasar del tiempo, hasta convertirse en lo que es hoy, el “Espíritu de la Navidad”.

Su apariencia física se relaciona con Santa Claus, Papá Noel o en Viejo Pascuero, según el país donde te encuentres, aunque usaba túnica de color amarillo.

Desde entonces, y siguiendo esta tradición celta, se manifiesta cada año el “Espíritu de la Navidad”, quien llega a la Tierra a la media noche del 21 de diciembre.

Y es un momento especial para hacer peticiones o para agradecer lo que tenemos, pues según esta celebración “El Espíritu de la Navidad” concede deseos o regalos, a esas personas que practican esta tradición con amor, paz y buenas voluntades.

En el año de 1582, el papa Gregorio XIII decretó el cambio al nuevo calendario gregoriano, con lo que el solsticio de invierno, en el hemisferio norte, ocurría alrededor del día 21 de diciembre. Anualmente, en el calendario gregoriano el solsticio fluctúa ligeramente, pero a largo plazo, solo alrededor de un día cada 3000 años.

En Venezuela desde hace varios años se ha adoptado esta costumbre proveniente de los países nórdicos.

Se celebra cada 21 de diciembre y es muy común que se practiquen algunos rituales en familia como cenas, entre otras actividades.

Los rituales pueden variar dependiendo de las costumbres de cada familia. Sin embargo, uno de los más comunes es el ritual de los 21 deseos, en el que se solicitan escribiendo peticiones para el próximo año.
Hay que hacer toda una limpieza a la casa para recibir al “Espíritu de la Navidad”, sin ninguna energía negativa. Para este ritual se usan algunas esencias de frutas para eliminar estas malas energías.

Se encienden velas de colores alrededor de una figura, en forma de triangulo o estrella, al mismo tiempo en que los inciensos aromatizan el lugar.

Las puertas y ventanas deben estar abiertas. Se realiza una oración de bienvenida y se agradece por los deseos cumplidos.

Finalmente, se hace una lista con los nuevos deseos y luego son guardados hasta el próximo 21 de diciembre.

Los deseos suelen escribirse en un orden en específico, empezando por los más generales y terminando por los más personales.

T.A.F.


 

Hatshepsut, La faraona

 


Fue una reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto. Quinta gobernante de dicha dinastía. Fue la segunda mujer faraón históricamente confirmada después de Sobekneferu. Su nombre en principio era un título que significaba: “la principal dama de la nobleza, unida a Amón", era la hija única de Tutmosis I y su esposa principal, Ahmose.

El padre de Hatshepsut, había logrado expandir el Imperio egipcio de manera que nunca antes se había visto en tan solo trece años de reinado. Este pasaría a la historia por llevar a sus tropas al curso de un río enorme que, al contrario que el Nilo, no discurría de sur a norte, sino a la inversa: el Éufrates.

Hatshepsut, fue la primera mujer faraona en la historia, eso sí, tuvo que superar muchos obstáculos. De esta manera se produjo un hecho inusual en la historia de Egipto: que el país estuviese gobernado por una mujer. Hatshepsut abandonó el militarismo de sus antecesores y se apoyó en la burocracia y la jerarquía sacerdotal para mantenerse en el poder.

Después de la muerte de su padre, el faraón Tutmosis I, Hatshepsut se casó con su medio-hermano, Tutmosis II, con sólo 17 años de edad. Y después de cuatro años de relación, su medio-hermano y marido falleció, dejando un hijo, el cual tuvo con una concubina, como heredero al trono. Pero debido a que éste, era muy joven, Hatshepsut, tomó el poder.

Gobernó a Egipto durante 22 años convirtiéndolo en uno de los estados más ricos.

Para mantenerse en el poder hizo uso de la descendencia de Tutmosis I, ya que Tutmosis III, hijo de Tutmosis II, era muy joven y no podía reinar. Al principio de su reinado no exigió las regalías reservadas a los faraones, considerados seres divinos.

Hatshepsut, fue poniendo poco apoco a prueba su poder, observando dónde estaban los límites impuestos por la sociedad egipcia a las mujeres, las cuales las alejaban del poder. Con el tiempo su poder fue aumentando, hasta mostrarse como faraona, usando inclusive, barba postiza y pantalones. El uso de la barba falsa era una costumbre exclusiva de los faraones que la cual se traducía en el mismo significado que la corona para los reyes. Hatshepsut promovió la innovación administrativa y la expansión comercial.

Envió varias expediciones a la costa africana del Mar Rojo en busca de oro, marfil, pieles de animales, entre otras cosas. Con la bonanza de su gobierno, Hatshepsut, emprendió el embellecimiento de la arquitectura en Egipto. Erigiendo varios edificios en honor del dios Amón-Ra, su padre espiritual, en la región de Beni Hasan, el centro del reino, se construyó un nuevo templo de piedra, llamada por los griegos: Speos Artemidos. Al mismo tiempo que realizaba los cambios de la fisonomía de Egipto, la faraona era la encargada de la educación de Tutmosis III, a quien envió, siendo niño, al templo de Amón, donde fue educado para convertirse en el próximo gobernante. Para asegurar su autoridad hizo todo lo posible para mantener al joven apartado del trono.

En el comando del ejército, Tutmosis III reclamó sus derechos, especialmente el de faraón. Pero sólo logró la hazaña después de la muerte de la reina en 1482 a.C. La causa de la muerte no se conoce, así como tampoco la ubicación de sus restos.

T.A.F.