Del carnaval y su significado.



Todavía, a mis años, recuerdo cuando le pregunté a una de las monjas en el colegio, estaría yo en tercer grado “¿Por qué las monjas no se disfrazaban en carnaval?”, su respuesta fue contundente “esa es una fiesta del diablo” y me dijo algo, supuse que era en latín, que no entendí para nada.  Esta semana, buscando información sobre los orígenes del carnaval para esta entrada, por fin, creo haber entendido lo que me quiso decir la monja; Baal, uno de los muchos nombres que recibe Satanás en las diferentes culturas y según Carnaval significa “carne para Baal”. Lo seguro es que existen muchas teorías sobre el origen del carnaval y todas tienen algo en común: un acontecimiento donde las reglas y las normas sociales dejan paso al desorden, al “despelote” y a la fiesta desenfrenada. Posible que este origen esté en las fiestas en honor a Baco o las que se realizaban en honor del toro Apis en Egipto. Hay quienes lo ubican en el imperio romano, relacionado con las Saturnales, unas festividades realizadas en honor al dios Saturno. Otros, lo sitúan en Grecia, donde se veneraba a Dionisio y  curiosamente, en la mitología griega, aparece la figura de Momo, el dios de la burla y el sarcasmo, quizás sea el origen que en algunos países de América Latina, de uno de los personajes centrales de los Carnavales: Rey Momo.
En la edad media con la propagación del cristianismo, la fiesta tomó el nombre de carnaval, “carnem levare”, lo que significa “quitar la carne”. Esto se explica por el hecho  que se celebraba antes al miércoles de ceniza, fecha en que empieza la  Cuaresma hasta el domingo de resurrección, periodo de abstinencia y ayuno, motivo por el cual, los días antes, se celebraba el carnaval, donde todo estaba permitido, donde la gente se cubría el rostro o se disfrazaba para no ser reconocido. Tradición que se mantiene hasta nuestros días con el agregado de las “octavitas”. El Carnaval es una fiesta móvil que puede ser en febrero o en marzo, por lo tanto, para fijar la fecha, hay que hacerlo primero con la fecha de la Semana Santa, que se celebra 40 días después del miércoles de ceniza, fijando el día en que se celebra el Domingo de Resurrección cuyo suceso ocurre en el domingo siguiente a la primera luna llena que, de acuerdo al calendario judío,  es entre el transcurso del 22 de marzo al 25 de abril.
En Venezuela se comenzó, esta celebración, en los tiempos de la Colonia, consistía en juegos con agua, polvos y otras sustancias durante el día y al caer la tarde se realizaban bailes en plazas y calles. En el siglo XVIII el Obispo de Caracas Diez Madroñero, lo convirtió en días de rezos y procesiones. Años más tarde el Intendente General José Abalos (1777-1783), retomó el carnaval, pero añadiendo nuevos elementos: comparsas, carrozas y dulces para las personas que salían a las calles a ver el desfile. Y se intentó alejar los juegos violentos. Con los años el Carnaval se extendió por toda Venezuela. Entre los que se destaca el Carnaval del Callao, el cual fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. ¿Recuerdas tus disfraces?
T.A.F.