Es la
segunda vez que, en una entrada coloco un poema, en la primera, expliqué lo que significa para mí la poesía. Esta vez, me topé con un poema de: Jorge
Eduardo Cinto, escritor Tucumano y me fascinó la manera, la sensibilidad y lo poco común con que caracteriza a la mujer “cuarentona plus”. Y sin
más preámbulo les dejo el poema.
T.A.F.
Ojo con ellas…
Andan por ahí, con su atrevido miedo, portando sus
cuarenta y tantos, lindas, leídas, viajadas, sensibles.
Ojo con ellas.
Vienen de cerrar una puerta con decisión, pero sin olvido. Amaron, construyeron, parieron, cumplieron.
Amaron a su hombre, dieron alas a sus crías y ahora, desentumecieron las suyas: ¡ahí estaban!: intactas, brillantes, soberbias, majestuosas, listas para el vuelo: no ya las de un hornero, sí las de una gaviota, soberana y curiosa.
Ojo con ellas.
Vienen de cerrar una puerta con decisión, pero sin olvido. Amaron, construyeron, parieron, cumplieron.
Amaron a su hombre, dieron alas a sus crías y ahora, desentumecieron las suyas: ¡ahí estaban!: intactas, brillantes, soberbias, majestuosas, listas para el vuelo: no ya las de un hornero, sí las de una gaviota, soberana y curiosa.
Saben de la vida y de tu hambre porque con su cuerpo
han sabido saciarlas.
Expertas en estupidez y sus matices: se reconocieron
inmersas en ella hasta el estupor y soportaron mucha hasta el dolor; sabrán
distinguirla, no lo dudes.
Versadas en economía, la aplican en el gesto, en el
andar y en su exacta sensualidad.
Ojo con sus caderas sabias: ya se estiraron y
contrajeron, se estremecieron y agitaron.
Saben del amor, en todos sus colores, desde el rojo
resplandor al mustio gris.
Sus piernas fuertes arrastran raíces todavía.
Prontas a sentir, van con una vieja canción en los
labios, profunda intensidad en la mirada y delicada seguridad en la sonrisa.
Pero, si esta advertencia es tardía, y descubres que
ya no puedes dejar de pensar en ella, entonces, ten cuidado de ahora en más, no
te equivoques, no lo arruines: no les envíes un mensaje de texto, mejor
invítale un café con tiempo; no recurras al e mail, preferirán sin duda un
poema en servilleta. No les hagas promesas, no les vendas imagen, mejor exhibe
tu autenticidad más despojada. No caigas, por rellenar, en aturdido ruido
vacuo, deja que respire un silencio en común.
Vienen de quemar las naves y cambiar comodidad
indolente por riesgo vital.
Avanzan por un camino incierto, pero elegido.
Avanzan por un camino incierto, pero elegido.
En su cartera, fotos, un perfume y algunas lágrimas.
En su mirada, una decisión...
En su mirada, una decisión...
Ojo con ellas…tal vez, si tienes suerte, hay una en tu
camino.
Tomado de “Escritores de Tucumán Siglo XXI”.
Editorial:
Lucio Piérola. 2008